Labastida, Durango y otros puntos calientes donde las alcaldías se decidirán in extremis

A escasas horas de que se conformen los nuevos Ayuntamientos de Euskadi, todavía no queda claro quien gobernará en muchos de los municipios donde un mínimo puñado de votos puede decantar la balanza para uno u otro lado. Más allá de Vitoria, en la que pese al libertino político todo parece asegurar que la socialista Maider Etxebarría acabará siendo la nueva alcaldesa, hay otras muchas localidades como Durango, Labastida u Oion en las que los dirigentes del Consistorio no se conocerán hasta el último momento. 

Los malos resultados del PNV, el amplio crecimiento de EH-Bildu y la recuperación del Partido Popular en los comicios del pasado 28 de mayo dejaron un panorama postelectoral donde muchas alcaldías quedaron en el aire. Por lo menos hasta que los jeltzales y el PSE-EE firmaron un acuerdo para reeditar el pacto global en todos aquellos municipios donde conjuntamente pudieran convertirse en la lista más votada.

Dicho pacto, producía así un escenario en el que la izquierda abertzale perdía prácticamente todas sus opciones de gobernar en municipios como Durango, Azkoitia o incluso Deba; en donde la Alcaldía la acabarán decidiendo fuerzas minoritarias como el Partido Popular, Elkarrekin Podemos-IU y diversas formaciones vecinales. 

En total son cerca de 30 los Ayuntamientos que se decidirán gracias al acuerdo entre el PNV y el PSE, y en muchos de ellos el pacto le arrebata la mayoría y la posibilidad de gobernar a la coalición soberanista que, consciente de que su victoria electoral tiene poca utilidad si no alcanza la Alcaldía, argumenta que debe ser la lista más votada la que debe dirigir los Consistorios.

El concejal del PP en Durango, Carlos García, junto al presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz y la presidenta del partido en Bizkaia, Raquel Gonzalez / PP vasco

Todo al PP en Durango

En la propia noche electoral, tras enterarse de que el PP recuperaba su único escaño en el municipio vizcaíno de Durango, el recién elegido concejal, Carlos García, no tardó en asegurar a través de Twitter que su voto se utilizaría sin ninguna duda para expulsar a EH-Bildu de la Alcaldía. Y aunque podría parecer una amenaza vacía, la realidad es que ese único edil es el que finalmente va a evitar que la coalición soberanista pueda dirigir el ayuntamiento. 

Con el apoyo de García, serán el PNV y el PSE quienes conformen el gobierno de Durango con los 8 concejales de los peneuvistas y los 2 del Partido Socialista. De poco le servirán a la izquierda abertzale sus 9 ediles, e incluso contando con el voto a favor del escaño restante, será el representante popular quien finalmente decida. 

El embrollo de Laguardia

Tampoco está claro lo que pueda ocurrir en los municipios de Laguardia y Labastida en donde el PP es la primera fuerza política, pero no es seguro que pueda gobernar. De hecho, en esta última legislatura, aunque los populares eran el grupo político con más concejales, ambos Ejecutivos estaban en manos del PNV junto a EH-Bildu. 

Sin embargo, parece que las cosas pueden cambiar a partir de este sábado, por lo menos en Labastida. En esta localidad de la Rioja Alavesa, la diferencia de votos entre el PP y los jeltzales es muy alta -cerca de un 18%-, y el Partido Nacionalista ya anunció este jueves que no se van a presentar a la investidura, sino que van a optar por ejercer una "oposición constructiva". 

El hasta ahora alcalde de Laguardia, Lucio Castaeda, en el centro con su equipo. / PNV

Un planteamiento con el que no se ha mostrado conforme el que fuera cabeza de lista en el 28-M con el PNV, el exdirector de EiTB, Edu Barinaga. Este, ante la postura del Partido Nacionalista, ha renunciado a su acta de concejal y será el siguiente en el orden de la formación jeltzale para esta localidad, José Manuel Caño Bilbao, quien le sustituya. 

Así, mientras que parece que los populares van a recuperar la Alcaldía de Labastida, en Laguardia la cosa no está tan clara. La lógica dice que si los jeltzales optan por abstenerse y facilitar un gobierno del PP en uno de estos municipios, también lo harán en el otro, no tanto por complicidad con los populares, sino en un ejercicio de agradecimiento hacia estos que en Vitoria, Durango, y en un futuro en Gipuzkoa, van a ser los responsables de que Bildu no gobierne. 

Deba y los problemas internos de Podemos

Otro caso particular en donde la votación no se decidirá hasta el último momento es el de Deba, en Gipuzkoa. En donde el PNV ha llegado a un acuerdo con la plataforma vecinal Orain Deba para que esta apoye el nombramiento de la candidata jeltzale, Alazne Txurruka.

En esta localidad costera, abertzales y nacionalistas empataron en ediles -ambos con 6-, y quedó un último concejal en manos de esta formación cercana a Elkarrekin Podemos. Así, como Bildu había logrado cerca de un 4% más de votos que el PNV, se esperaba que Orain Deba apoyara a los soberanistas, pero finalmente, y en contra de las directrices de Elkarrekin Podemos y el resto de fuerzas de la coalición morada, su único y esencial voto irá para los jeltzales. 

También en Azkoitia la dirección del Ayuntamiento está en el aire. Allí, la plataforma Azkoitia Bai Elkarrekin, también vinculada a la formación progresista, ha decidido presentar su propia candidatura en vez de apoyar a Bildu, lo que le abre al PNV el camino al Consistorio, a menos que la coalición soberanista vote a esta formación, solo con el objetivo de evitar que los jeltzales y el PSE gobiernen esta localidad.