Podemos y los ecologistas celebran el parón del Guggenheim de Urdaibai entre las dudas del PNV

La paralización temporal del proyecto Guggenheim de Urdaibai se ha convertido en uno de los principales temas de conversación de la sociedad vasca desde que este lunes el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la diputada general de Bizkaia, Elitxabete Etxanobe, dieran a conocer que la ampliación de este recocido museo iba a quedar estancada hasta pasado 2025. Sin embargo, mientras desde el PNV hay ciertos sectores que tratan de quitarle peso a este asunto, desde la oposición, concretamente desde Elkarrekin Podemos, celebran esta decisión y piden que el proyecto se abandone por completo. 

La coalición morada se había convertido en la mayor detractora del Guggenheim de Urdaibai en el ámbito de la política. Especialmente en la Diputación Foral de Bizkaia, donde en los últimos meses se reunieron con varios colectivos y plataformas contrarias al desarrollo de este proyecto. Además, en el Parlamento vasco, el grupo encabezado por Miren Gorrotxategi trató de blindar su apoyo a los Presupuestos Generales del País Vasco al destino del nuevo museo.

Así, tras conocerse que tanto el Gobierno vasco como el de Bizkaia habían acordado poner en 'stand by' la construcción del Guggenheim de Urdaibai, Gorrotxategi celebró esta decisión a través de sus redes sociales y aseguró que se trata de una "buena noticia" tanto para los colectivos vecinales de la reserva del Busturialdea como para el resto de la sociedad vasca.

A su juicio, el de Urdaibai era un proyecto "imposible" "antiecológico, innecesario, sin sentido e inaceptable" que estaba cerca de llevarse a acabo en una reserva protegida de la biosfera. Algo "completamente alejado de las necesidades reales" de la comarca y cuya paralización era "inevible".

Manifestación en contra del Guggenheim de Urdaibai

Un 'éxito' para las asociaciones ecologistas

Por su parte, la noticia ha sido también celebrada por diferentes asociaciones ecologistas como, por ejemplo, la plataforma ecologista Zain Desagun Urdaibia, creada en 1992 y que tras conocer la paralización del proyecto ha asegurado que se trata de un "trinufo" alcanzado gracias a la presión en la calle y a las movilizaciones populares como las celebradas en Gernika y frente al Guggenheim de Bilbao el pasado año. 

En concreto, según recogió EFE, Edorta Jiménez, representante de este grupo, incidió en que la manifestación celebrada el pasado 28 de octubre en contra de este museo fue "la más grande que hubo en Gernika desde la Transición".

La agrupación ha presentado numerosos recursos contra las doce administraciones que acutaron en favor de la creación de este museo; además de otro recurso contencioso administrativo contra la orden ministerial aprobada el pasado 2023 que reduce la distancia mínima de la costa para poder construir hasta alcanzar la zona donde se encuentra la planta de Astilleros Murueta, cuyos terrenos formarían parte del nuevo museo. Además, la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop habría presentado otro recurso ante la Audiencia Nacional contra esta misma orden ministerial. 

Periodo de reflexión

Además de la oposición ferviente de Podemos, otro grupo político en cierto modo contrario a este proyecto es EH Bildu, cuya posición ha sido más imparcial. En conversaciones con Crónica Vasca el pasado noviembre, criticaban la indefinición del proyecto. Y ahora que se ha visto momentáneamente paralizado piden que se aproveche este periodo para hacer una reflexión sobre si es realmente necesario o no construir un nuevo Guggenheim en una reserva de la biosfera como la de Urdaibai. 

Así, este martes el portavoz de la coalición soberanista en las juntas de Bizkaia, Iker Casanova aseguró que la decisión tomada por los Gobiernos de Urkullu y Etxanobe (ambos del PNV) abría la posibilidad de entablar un periodo para escuchar a los vecinos e instituciones de esta comarca. "Para hablar y para acordar", en vez de seguir dirigiendo el proyecto como hasta ahora "de manera jerárquica" y "de arriba abajo".

"Un proyecto como el del Guggenheim tiene la capacidad de transformar la sociología y la economía de toda la comarca de Busturialdea. Un proyecto transformador como este no puede llevarse a cabo exclusivamente desde el ordeno y mando. No puede ser un proyecto divisorio. Y el Guggenheim Urdaibai genera división. En Busturialdea hay mucha gente a favor, pero también hay mucha gente en contra. En el ámbito de los partidos, el PSE estaba mostrando su oposición hasta la última campaña electoral", aseveró Casanova en una rueda de prensa. 

Por esta razón, desde la formación abertzale reclamaron que la región de Urdaibai "necesita una profunda reflexión sobre su presente y sobre su futuro en términos sociales y económicos", y para eso necesita de un debate que "se dé con la gente y se articule en base a consensos". "El anuncio que conocimos ayer puede suponer un punto de inflexión en esta dinámica de diseñar el futuro de la comarca y de las personas que lo componen" sentenció.