A finales de diciembre el lehendakari, Iñigo Urkullu, incidió en todo el trabajo pendiente que tenía su equipo de Gobierno antes de acabar con la actual legislatura. Habló de más de 100 iniciativas por sacar adelante en los meses que restan de mandato como excusa para evitar hablar de cuándo iba a convocar elecciones. Más de un mes después, Urkullu sigue sin dar pistas sobre cuándo serán las autonómicas y la actividad parlamentaria ya ha vuelto a la cámara vasca.
Este jueves, la actividad parlamentaria volvió a la normalidad con el primer pleno desde que el 22 de diciembre se aprobaran los Presupuestos Generales del País Vasco. En una sesión donde los avances en materia legislativa fueron pocos y a la que este viernes sigue la primera sesión de control de 2024. Un debate donde el lehendakari y el resto de su Ejecutivo tendrán que hacer frente a cuestiones muy relacionadas con al inminente campaña electoral. Temas como la moratoria para la construcción del Guggenheim de Urdaibai; la fecha de estos próximos comicios; o la posibilidad de que el Gobierno vasco reclame el traspaso competencial en materia de migraciones.
La sesión de este viernes supone la vuelta de Urkullu a un hemiciclo del que no tardará mucho en despedirse. Por mucho que alargue la convocatoria electoral, e incluso haciendo coincidir las autonómicas con las europeas del próximo 9 de junio -cosa que parece poco probable-, el lehendakari tendría apenas un trimestre para cumplir todas las taras pendientes de las que habló a finales del pasado año. Y la sensación y actitud que muestran el resto de Parlamentarios augura un fin de ciclo inminente.
De hecho, la portavoz de EH Bildu en la Cámara vasca, Nerea Kortajarena, durante su intervención inicial de este jueves ya insistió en que esta vuelta a la actividad habitual del Parlamento no iba a durar demasiado. Especialmente con buena parte de los candidatos y formaciones políticas ya en plena precampaña y con la mirada más dirigida a los comicios que a la actividad parlamentaria en sí.
Por eso, muchas de las preguntas registradas para la sesión de control de este viernes vienen a responder cuestiones propias de las autonómicas. Desde cuándo tiene previsto el lehendakari Urkullu definir una fecha -a pregunta de la propia Kortajarena-; hasta qué va a ocurrir finalmente con el proyecto del Guggenheim de Urdaibai. Una cuestión que han planteado EH Bildu, Podemos y Vox.
Además, el debate girará también en torno a temas como los compromisos del Gobierno vasco en materia de Salud -Urkullu prometió que las listas de espera en Osakidetza se reducirían considerablemente en los próximos meses-; la continuidad del Modelo A en el sistema educativo vasco tras la aprobación de la Ley de Educación el pasado 21 de diciembre; o la llega de las competencias en migraciones que el lehendakari reclamó el pasado 11 de enero tras el pacto del PSOE con Junts en el Congreso de los Diputados.
Un enero poco común
Durante este mes de enero el Parlamento vasco, de forma excepcional, dejó de ser inhábil. Lo que en las últimas semanas ha permitido a PNV y PSE-EE avanzar en el desarrollo de hasta cuatro normas que estaban todavía pendientes: la Ley de Cambio Climático y Transición Energética; la de Cooperación y Solidaridad; la de Infancia y Adolescencia; y la Ley Trans. Todas ellas iniciativas que contarán con el apoyo de EH Bildu o Elkarrekin Podemos, pero que no se trataron en la sesión de este jueves. De hecho, se prevé que todas ellas se votarán el próximo 15 de febrero.
Así, esta primera sesión se centró en otros puntos de menor relevancia para el transcurso de lo que queda de legislatura. Entre ellos, una propuesta de EH Bildu para tramitar de oficio las solicitudes del RGI (Renta de Garantía de Ingresos) de los pensionistas, que no salió adelante; otra PNL, que sí se aprobó con el apoyo de PNV, PSE-EE, Bildu y Podemos, para integrar la educación sexual en el sistema educativo vasco; y una medida contra la concertación sanitaria firmada por Podemos y Bildu, que fue rechaza por el resto de la Cámara. Aunque esta sí aprobó una enmienda de PNV y PSE-EE para seguir "reforzando" la gestión pública del sistema sanitario vasco y el mantenimiento de la titularidad pública de los centros y servicios sanitarios.