Es difícil recordar unas elecciones donde el PNV se haya visto tan contra las cuerdas como prevén las encuestas para los comicios vascos de este 2024. Desde que en 2009, Patxi López y el PSE-EE se hicieran con la Lehendakaritza gracias a los votos del PP vasco, los jeltzales se habían convertido en la fuerza política principal de Euskadi y parecía que ningún otro partido sería capaz de hacerle frente. Pero la irrupción de EH Bildu en 2012 y su auge imparable de los últimos cuatro años empieza a demostrar lo contrario.
La coalición soberanista funda en 2011 y liderada por Arnaldo Otegi, aunque su candidato en las autonómicas de este año sea Pello Otxandiano, se encuentra cada vez más cerca de superar el PNV y convertirse en la formación con más escaños dentro del Parlamento vasco. Varias encuestas, incluidas la de Electomanía publicada por este mismo medio el pasado lunes o la de 'El Correo' del pasado domingo, prevén el sorpasso de Bildu al Partido Nacionalista; y el último Sociómetro realizado por el Gobierno vasco, contempla un empate en el número de escaños para cada formación. Situando a ambas con 27 parlamentarios.
De confirmarse estas aproximaciones en la noche electoral -para la que el lehendakari, Iñigo Urkullu, todavía no ha dado una fecha-, se viviría la primera gran derrota del PNV en unas autonómicas vascas. Porque aún manteniéndose como la fuerza con mayor porcentaje de voto, un empate en el número total de parlamentarios supondría para los jeltzales la pérdida de una posición que ha mantenido durante más de 40 años.
Según este último Sociómetro, los nacionalistas vascos, encabezados por Imanol Pradales, perderían hasta cuatro de los 31 asientos que conservan dentro de la Cámara vasca; mientras que Bildu lograría sacar seis más de los 21 que tiene actualmente. Dejando a estas dos formaciones en un empate que solo podría resolverse de dos formas. Mediante un pacto entre ambos partidos independentistas, o mediante un acuerdo con el PSE-EE, la única fuerza restante capaz de asegurar la mayoría absoluta en una coalición.
La influencia de Madrid y las diputaciones
Los socialistas vascos, liderados por Eneko Andueza, aparecen en todas las encuestas hasta ahora registradas -también la última de EITB Focus- como los dueños de la llave para alcanzar la Lehendakaritza. Y conscientes de ellos, no vendrán baratos su apoyo a la hora de conformar un Gobierno. Independientemente de que este sea del PNV o de EH Bildu. Sin embargo, a la hora de pactar, el PSE tendrá que tener en cuenta mucho más que los resultados de las próximas elecciones.
Los de Eneko Andueza son conscientes de que no revalidar el actual pacto de coalición que sustenta al Ejecutivo vasco podría tener consecuencias importantes tanto en el resto de instituciones vascas como en el conjunto del Estado. Así, si los socialistas optaran por darle a Bildu la Lehendakaritza, la relación con el PNV podría romperse también en las Diputaciones Forales de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa. Lo que abriría también la puerta a que los jeltzales retiraran su actual apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez en Madrid.
Pero esto último también podría ocurrir a la inversa. Hace varias semanas, Otxandiano propuso que fuera la lista más votada la que gobernara Euskadi tras las autonómicas. Una idea que no cuajó demasiado en el resto de formaciones políticas. Sin embargo, en caso de que finalmente Bildu sacara más escaños que el PNV -aunque este último sondeo prevea un empate-, los soberanistas podrían poner como condición sine que non que el PSE pactara con ellos para que el Ejecutivo de coalición entre PSOE y Sumar pueda seguir adelante.