El Aberri Eguna más electoral: PNV y Bildu celebran la 'patria vasca' en plena lucha por el poder

El Aberri Eguna de este año, el día de la 'nación vasca' que reivindican PNV y EH Bildu, está muy lejos de ser una celebración al uso como la de otras convocatorias. A diferencia de años anteriores, ambas formaciones políticas se encuentran inmersas en el proceso preelectoral más ajustado de los últimos años. Y es que este acto multitudinario organizado por jeltzales y soberanistas -que se celebrará este domingo-, tiene lugar a una semana de que comience oficialmente la campaña de las autonómicas vascas del próximo 21 de abril. 

Los dos principales partidos políticos de Euskadi, que en cuestión de tres semanas se disputarán el trono de Ajuria Enea, encaran este Aberri Eguna como toda una muestra de fuerza. Casi como un pulso previo a unos comicios en donde el panorama político vasco podría cambiar por completo. Con el PNV, esta vez sin Iñigo Urkullu, notando el desgaste de los últimos 12 años al frente del Ejecutivo; y EH Bildu en pleno auge, aupado por la caída desenfrenada de Podemos y Sumar. 

Las mayoría de las encuestas muestran un empate entre PNV y EH Bildu. La más reciente, la elaborada por el propio Gobierno vasco, da un empate a 29 para los de Pello Otxandiano e Imanol Pradales. Una muestra de la clara preferencia que muestra la ciudadanía vasca por las opciones nacionalistas y soberanistas, que reunirían 58 de los 75 escaños a repartir en el Parlamento autonómico.

En este contexto, ambas formaciones tratarán de movilizar a su electorado lo máximo posible tres semanas antes del 21-A. Los jeltzales lo harán en Bilbao, en Bizkaia, su principal caladero de votos, y bajo el lema 'Indar berria, Euskadi berria'/'Nueva fuerza para una Euskadi nueva'; mientras que la formación abertzale lo hará en Pamplona -donde ya lo han celebrado en años previos- para reivindicar la independencia de 'Euskal Herria'. Algo que según han reiterado en las últimas semanas "llegará tarde o temprano", y para la que trabajarán sin "ansia" ni "prisa". 

El PNV celebra el Aberri Eguna: Euskadi es una nación y España padece "inmadurez democrática"/EFE

Nuevo ciclo político

La reivindicación de la 'Patria vasca' que hacen EH Bildu y PNV llega en un momento especialmente dulce para la coalición abertzale. Los de Arnaldo Otegi, que en las pasadas convocatorias electorales han dado varios avisos de la fuerza que tienen para movilizar a su electorado, están a un paso de culminar su esperado sorpasso y abrir en Euskadi un nuevo ciclo político con los jelzales en la oposición. 

El candidato de los soberanistas, Pello Otxandiano, ya planteó la idea de que fuera la lista más votada la que encabezara el próximo Ejecutivo, e incluso le tendió la mano al PNV para gobernar en coalición. Pero los jeltzales, que confían en mantener su hegemonía y en revalidar su coalición con el PSE-EE, insisten en "afianzar su proyecto político" de la mano de los socialistas y mantener a raya a Bildu. Aunque estos, a priori, tengan cada vez más cerca una victoria que podría dar un vuelvo histórico al panorama político vasco. 

Aún así, pese a ser más que conscientes de que un gobierno en solitario para cualquiera de los dos es una opción más que descartada, tanto EH Bildu como el PNV tratarán de mostrarse en este Aberri Eguna como la única alternativa a la otra parte. Lo harán en actos que, como tantos otros años, serán más que multitudinarios y pondrán sobre la mesa no solo la lucha por la soberanía vasca, sino también la pugna electoral que mantienen los dos principales partidos del panorama político vasco.

Ambos reivindicarán como propia una lucha que, en sus bases, es similar, pero que en la práctica se lleva a cabo con planteamientos completamente diferentes. Unos, los jeltzales, centrados en avanzar en el autogobierno vasco y en la búsqueda de nuevos beneficios para Euskadi, pero sin desatender su relación con el Estado -fruto de su relación con el PSE-EE a nivel autonómico, foral y municipal-; y otros, la izquierda abertzale, con un planteamiento mucho más brusco y enfocado en la unilateralidad a la hora de abordar sus aspiraciones soberanistas.