PNV y EH Bildu compiten por la victoria en el 21-A con la mirada puesta en el PSE-EE

PNV y EH Bildu compiten por la victoria en el 21-A con la mirada puesta en el PSE-EE

Política

PNV y EH Bildu compiten por la victoria en el 21-A con la mirada puesta en el PSE-EE

Los socialistas vascos, a quienes las encuestas dan una media de 10 escaños, serán claves para decidir el panorama político de los próximos cuatro años

24 marzo, 2024 05:00

Los intentos del Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE) por desmarcarse del PNV en esta campaña para el 21-A parecen no estar surgiendo demasiado efecto. En las últimas semanas, antes incluso de que se anunciara oficialmente la fecha de las elecciones, los socialistas vascos, con su secretario general, Eneko Andueza, como candidato a lehendakari, han tratado de presentarse como una opción de gobierno real e independiente, alejada de ese papel 'secundario' que, a priori, tomarán una vez superados los comicios.

La realidad, más allá de las aspiraciones de Andueza para gobernar Euskadi, es que los socialistas vascos son la tercera pata de un taburete donde, o bien PNV o bien EH Bildu, mantendrán la gran mayoría del peso. Sin embargo, independientemente de cual gane, ninguna de estas dos formaciones políticas tendrá la capacidad de conformar un Ejecutivo monocolor, y su única opción viable para gobernar pasaría por las manos de los socialistas. En concreto por los 10 parlamentarios que, según la mayoría de las encuestas, sacarían en las autonómicas del 21 de abril

Puede que esta decena de escaños, la misma con la que cuentan actualmente, no parezca demasiado en un parlamento con hasta 75 asientos, pero son los suficientes para que jeltzales o soberanistas pudieran reunir la mayoría suficiente (38) para dirigir Euskadi durante la próxima legislatura. Por eso, estos dos partidos, que según los últimos datos podrían empatar con 28 escaños, tienen ya la mirada puesta en el PSE y, de forma más o menos sutil, les han tendido la mano para entablar conversaciones una vez pasen los comicios. 

El problema está, sin embargo, en que tanto Andueza como el resto de los representantes socialistas activos en esta precampaña están tratando de mostrar distancias respecto a estos dos partidos. Sobre todo respecto al PNV. Todo ello con el objetivo de que la ciudadanía vasca no etiquete ya a su secretario general como un mero candidato a vicelehendakari.

El secretario general y candidato del PSE-EE, Eneko Andueza, durante un acto de la precampaña para el 21-A / PSE-EE

El secretario general y candidato del PSE-EE, Eneko Andueza, durante un acto de la precampaña para el 21-A / PSE-EE

Perfil 'beligerante' contra el PNV

Por esta razón, Andueza ha tomado un perfil más 'beligerante' contra sus actuales socios de gobierno y ha llegado incluso a acusarles de estar siguiendo los mismos senderos que Bildu en cuestiones como el autogobierno; y tomando el rumbo del PP y Vox en otros temas como la vivienda y los desahucios. Sobre todo, después de que la parte jeltzale del Gobierno vasco presentase ante la Audiencia Nacional un recurso contra de la Ley de Vivienda que fue aceptado a trámite y se está estudiando actualmente. 

Mientras, conscientes de que los números no dan y de que la única opción alternativa sería un acuerdo entre ambos, jeltzales y soberanistas tienen puesta la mirada en un PSE especialmente ocupado en no caer en estos 'cantos de sirena'. Tanto Pello Otxandiano (Bildu) como Imanol Pradales (PNV) buscan hacerse con la atención de los socialistas. A pesar de que la ciudadanía vasca, con un 22,8%, preferiría un pacto de gobierno PNV-Bildu, a reeditar la coalición PNV-PSE (19,4%). Unos da datos reflejados en la última encuesta de EiTB Focus publicada este viernes que además, refleja que solo un 3,4% estarían a favor de que los socialistas y la coalición soberanista pactaran un Gobierno para Euskadi.

Aún así, todo parece indicar que PSE y PNV acabarán pactando tras las autonómicas. Los jeltzales saben que su única posibilidad de mantener Ajuria Enea es de la mano de los socialistas vascos. Sobre todo porque EH Bildu, aunque Otxandiano defienda que debe ser la lista más votada quien gobierne -una mentalidad que los soberanistas no aplican en Pamplona o Madrid-, no parece estar dispuesto a apoyar un nuevo Ejecutivo del Partido Nacionalista.

Especialmente en un contexto como el actual donde Bildu podría, por primera vez en 40 años, arrebatarles a los jeltzales la hegemonía política vasca. Algo que, sin embargo, no le valdría para gobernar a menos que los de Andueza estuvieran dispuestos a ceder su voto y cambiar de socios. Una opción remota pero no imposible, con precedentes como el de Pamplona, que mantienen la puerta abierta, aunque sea por lo mínimo, a que el PSE le diera la llave de la gobernabilidad a Bildu.