
Un trabajador de Enviser trabaja en el mantenimiento de un jardín
¿Adiós a la Green Capital? Los jardineros de Vitoria cumplen casi dos meses de huelga
Los jardineros de la subcontrata del Ayuntamiento de Vitoria piden un convenio propio que mejore sus condiciones salariales
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La huelga de jardineros en Vitoria no parece tener una solución a corto plazo. A tan solo dos días de que se cumplan dos meses desde su inicio, los trabajadores de Enviser —la empresa subcontratada por el Ayuntamiento de Vitoria— siguen sin visos de alcanzar un acuerdo a pesar de las presiones sindicales y políticas.
Los jardineros reivindican un convenio propio diferente al estatal: “Si trabajáramos en algún pequeño municipio de Extremadura o Andalucía, quizá podríamos vivir con 1.200 euros al mes. Pero en Vitoria, con el precio de la vivienda, los alquileres y la cesta de la compra disparados, es imposible. Estamos en una situación crítica de empobrecimiento de la plantilla”, asegura Rafa Busto, jardinero de Enviser y del sindicato ELA.
"¿Cómo es posible que el personal subcontratado cobre 11.000 euros menos al año que el personal municipal, realizando el mismo trabajo y, además, trabajando más de 100 horas anuales que ellos?”, se preguntan los jardineros de Enviser.

Los jardineros de Enviser se manifiestan frente a la escultura vegetal como símbolo de 'Green Capital' a 22 de mayo de 2025
Impacto de la huelga: salud y bienestar
Según afirman desde ESK y ELA, las consecuencias son fundamentalmente estéticas, pero también hay consecuencias relacionadas con la salud. Además, Enviser también se encarga de la recogida de basuras de los parques y jardines, una labor que no se está haciendo actualmente.
“Se está detectando la presencia de pulgas y garrapatas, especialmente en zonas como Zabalgana, lo que representa un riesgo —y, añade—, además, este año está siendo duro para las personas alérgicas al polen porque la acumulación está siendo mayor. Al cortar la hierba, también ayudamos a reducir el polen, algo que no se está haciendo”.
Desde los sindicatos también hablan de la posible afección psicológica: “El estado de los jardines también influye en el estado anímico de las personas. Solemos fijarnos en los daños calificables y cuantificables, pero también hay daños que son anímicos y que afectan al bienestar de la ciudadanía”.
La voz de los ciudadanos
Los ciudadanos ya empiezan a notar las consecuencias, no solo en lo estético, sino también en lo emocional. El otro día, una mujer comentaba por la calle que “le daba tristeza ver los jardines en ese estado”.
“La verdad es que no siempre pensamos en ello, pero no es lo mismo pasear por un jardín bien cuidado, con calles limpias y todo en orden, que por una zona llena de pintadas, malas hierbas y suciedad”, asegura Busto.
Además, los expertos aseguran que todo lo que no se ha hecho hasta ahora podrá costar más de un año: “Si hemos llegado a este punto es porque no teníamos más remedio, pero volver a la normalidad no va a ser fácil. No es lo mismo cortar la hierba de un jardín con césped de altura más o menos corta, que una hierba de medio metro. Las segadoras se van a atascar y puede que haya que pasar antes la desbrozadora”, asegura Busto, quien agradece el apoyo que ha sentido por parte de la ciudadanía.

Situación de un jardín del barrio vitoriano de Salburua al vencer el primer mes de huelga
“En solidaridad con los jardineros”
Bajo el lema “En solidaridad con los jardineros”, los trabajadores de Enviser hacen un llamamiento a la manifestación el próximo lunes 26 de mayo, coincidiendo con los dos meses desde el inicio de la huelga, en la Plaza Nueva.
"Seguiremos con movilizaciones todos los días, los paros y los piquetes a las puertas de la empresa para evitar que se reanude la actividad”, concluye Íñigo López de Arroiabe, delegado de ESK.

Llamamiento a la movilización el 26 de mayo a las 18.30 en la Plaza Nueva