
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, da la mano al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez / JAVIER LIZÓN - EFE
Por qué Sánchez aún puede confiar en 'los cinco del PNV' para salvar esta legislatura
El 'caso Cerdán' cambia el tercio de la política nacional, pero los nacionalistas vascos seguirán respaldando al Gobierno
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“La realidad es que no hay base para que prospere una moción de censura. Vox impide absolutamente cualquier acuerdo. Tampoco el PP está sembrando para que pudiera propiciarse algo”. Estas palabras, pronunciadas por el presidente del PNV, Aitor Esteban, hace solo una semana en 'La Vanguardia' siguen encerrando la clave de bóveda a la que se aferra Pedro Sánchez para tratar de salvar los muebles de la Legislatura.
Para no ser un 'walking dead president' y resetear el periodo que queda de aquí hasta las próximas elecciones –cuando se decidan, si no en 2027- y para tratar de ganar tiempo frente a los escándalos de corrupción que las grabaciones de Cerdán, Koldo y Ábalos han abierto en canal como una caja de pandora de consecuencias aún imprevisibles. “Parlamentarios suficientes para que caiga (el Gobierno) no los hay”, sigue sosteniendo Esteban.
Los cinco diputados del Partido Nacionalista Vasco y los seis de Euskal Herria Bildu siguen siendo un seguro al que el presidente del Gobierno necesita aferrarse -ahora con más fuerza- para no dar por liquidado el segundo gobierno de coalición progresista de la Democracia.
En una moción de censura, estos once diputados no serían suficientes por sí solo, pues se requeriría del voto afirmativo de todos los que le hicieron presidente a Sánchez en 2023, incluido Junts y Puigdemont, e incluso el voto favorable del inefable José Luis Ábalos y, quizá, hasta del propio Santos Cerdán.
Pero el escenario cambia si Sánchez opta otro tipo de refrendo constitucional y se somete voluntariamente a una cuestión de confianza. En esa previsión, el líder socialista solo necesita la mayoría simple de los votos de la Cámara.
Eso es algo más fácil de ahormar que una mayoría absoluta. Y ahí el PNV y sus cinco de Gipuzkoa, Álava y Bizkaia vuelven a ser necesarios y contingentes.
Dice Esteban que el PP, mientras tanto, sigue sin sembrar y abonar sus relaciones con el Euskadi Buru Batzar. Difícil cruzar ese puente para Aitor Esteban toda vez que el PP y su portavoz, Miguel Tellado, siguen empeñados en despojar a los vascos de un símbolo como el palacete del París que fue sede del primer gobierno vasco en el exilio.
Los símbolos importan y con esa política de tierra quemada, Feijóo y los suyos siguen lejos de arrimar lealtades con Aitor Esteban e Imanol Pradales. Máxime cuando la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, viene de ridiculizar y denostar el uso del euskera como lengua co-oficial de Euskadi y de España, tal y como prevé el texto constitucional.
Tampoco ayuda, dicho sea de paso, que el PP reconozca abiertamente que trabaja en Europa en contra de que sus socios europeos reconozcan también la co-oficialidad del euskera y el catalán en toda Europa.
El PNV pide más contudencia
Hay que releer a Aitor Esteban para divisar hacia dónde apunta, de momento, la brújula jeltzale. A su juicio, como dijo en 'La Vanguardia', “la única manera de que acabe la legislatura es por voluntad del propio presidente del Gobierno”, aunque el líder del PNV no cree que pueda ocurrir pronto: "Estará el factor demoscópico y quizás pueda aparecer un cisne negro que lo suscite, pero yo ahora no lo veo”.
Ha pasado una semana, y en estos siete días ese cisne negro, ese patito feo del PSOE llamado Santos Cerdán puede ser lo que finalmente dinamite una de las Legislaturas más compleja que se recuerdan en las últimas dos décadas. Pero de momento, a la espera de saber si el control de daños se puede limitar, lo cierto es que el PNV sigue mostrándose como aliado. Con más exigencias, pero como aliado.
Este fin de semana, la portavoz del partido en el Congreso, Maribel Vaquero, ha pedido a Sánchez más contundencia "si quiere seguir ganándose un mínimo de confianza". Un mensaje parecido al que repiten otros socios de la coalición, por lo que Sánchez tendrá que dejarse guiar, esta vez, por las voces que marcan el camino desde fuera de La Moncloa.
Vaquero ha dicho que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene que ser “muchísimo más tajante” y “más contundente en las explicaciones” sobre la presunta implicación en casos de corrupción de Santos Cerdán “si quiere seguir ganándose un mínimo de confianza”.
“Es verdad que valoramos positivamente que Sánchez haya salido, que lo haya hecho con rapidez y haya pedido perdón, pero esto no es suficiente. Y ellos mismos lo saben”, ha declarado la diputada nacionalista en una entrevista con los diarios del Grupo Noticias.
El PNV seguirá pidiendo transparencia y viendo cómo se desarrollan los acontecimientos para “tomar una posición sobre el tema”. No se ven entrando “en el rifirrafe” ni el “lodazal” que tratan de agitar las derechas nacionales de PP y VOX.
De momento, Sánchez aún tiene viento a favor para tratar de seguir sumando capítulos a su numantina resistencia.
Queda por ver si sabe utilizar ese capital político a su favor o lo malgasta incumpliendo lo que los diputados vascos de la Cámara esperan de él en este momento exacto de la Legislatura.