Eneko Gogeaskoetxea, durante un juicio celebrado en la Audiencia Nacional
La Fiscalía recurre la decisión del Gobierno vasco de conceder el tercer grado a un preso de ETA
La semana pasada, el Gobierno Vasco concedió el tercer grado penitenciario a tres presos de ETA
Más información: Víctimas denuncian tres terceros grados a presos de ETA: "Una amnistía encubierta"
La semana pasada el Gobierno vasco concedía tres terceros grados a tres etarras. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) denunciaba que los tres seguían vinculados a la izquierda abertzale.
Se trata de los terroristas Eneko Gogeaskoetxea, Aitor Aguirrebarrena y ‘Gotzon’ Aramburu. Sin embargo, es para el primero para el que la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha recurrido bajo el sostén de que no ha cumplido la mitad de la pena, ya que está condenado a más de 363 años de prisión.
Gogeaskoetxea, además de intentar matar al Rey Emérito en la inauguración del Museo Guggenheim en Bilbao en 1997 y herir a otras ocho personas, es culpable del homicidio de Txema Aguirre Larraona.
El etarra Eneko Gogeaskoetxea
Argumento de la Fiscalía
El fiscal coordinador de Vigilancia Penitenciaria, Carlos García-Berro, ha interpuesto el recurso ante el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional contra la resolución del Gobierno vasco por la que se le concedió el tercer grado.
A pesar de valorar como favorable el hecho de que existe autocrítica, defiende que la concesión del tercer grado a quien no ha alcanzado ni la mitad de la pena —y a quien se le han autorizado judicialmente tan solo dos permisos de salida—, es precipitado y perjudicial.
En este sentido, se considera que la salida deber ser progresiva mediante permisos continuados.
Covite denuncia el tercer grado
Gogeaskoetxea es considerado uno de los máximos dirigentes de ETA y según Covite sigue figurando en las listas oficiales Etxerat —la asociación de familiares de presos de ETA vinculada a la izquierda abertzale—, en las que son tratados como "presos políticos".
El condenado fue trasladado en 2022 desde El Dueso, en Cantabria, hasta Euskadi para cumplir la condena máxima de 30 años que pesa contra él por hechos como un atentado frustrado contra un cuartel de la Guardia Civil en Comillas en agosto de 1997.
Aun así, el interno debía cumplir una condena de 363 años, 29 meses y 15 días.
