La ciudad de Bilbao fue fundada en el año 1300 por Don Diego López de Haro. Los ciudadanos, entonces y según indica la página oficial de Turismo de la villa, vivían en el Casco Viejo, justo al lado del río Nervión. Al principio, el Botxo se separaba en dos zonas atravesadas por esta ría: la de la izquierda (Bilbao La Vieja) y la de la derecha (un Casco Viejo amurallado y "formado por tres calles paralelas")

Se trata de las calles de Somera o Goienkale ('la calle de arriba'), Artecalle o Artekale ('la del medio') y Tendería o Dendarikale ('la calle de las tiendas'), que acogen, a día de hoy, comercios centenarios, como el de Gregorio Martín (especializado en bacalao).

Somera: la primera calle de Bilbao

La calle más antigua es la primera, que hoy es lugar de reunión de amigos para 'potear' o tomar algo. En esta misma nació en 1806 uno de los mejores músicos de Bilbao: Juan Crisóstomo de Arriaga, quien compuso su primera obra, Nada y Mucho, a los once años. A día de hoy todavía se conserva, en el número 8 de Somera, una casa del siglo XVII.

También se han mantenido los mismos nombres que les pusieron a estas zonas durante la Edad Media y la misma estructura, como indica National Geographic, por lo que "se dice que los paseos que se dan hoy son los mismos que daban los bilbaínos en el siglo XIV".

El surgimiento de las 'Siete Calles'

Con el paso del tiempo derribaron la muralla y crearon cuatro calles más: Belosticalle o Belostikale ('calle de la pesquería'), Carnicería Vieja o Harategi Zahar, Barrencalle o Barrenkale ('la calle de abajo') y Barrencalle Barrena o Barrenkale Barrena ('la calle de debajo de allí').

Así nació el concepto de las Siete Calles, otra manera de nombrar la zona más antigua de Bilbao. Un lugar por donde siguen pasando cientos de vascos cada día y recuerdan los viejos tiempos. 

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