Las fiestas vascas, epicentro de los homenajes a los presos de ETA

En los últimos días, en especial desde el comienzo de la Semana Grande de Bilbao, varias asociaciones de víctimas del terrorismo como Covite, la Fundación Fernando Buesa o Dignidad y Justicia han denunciado numerosos actos en honor de los presos de ETA realizados por algunas asociaciones de la izquierda abertzale y comparsas de la capital vizcaína bajo el paraguas de las fiestas. Unos hechos que manchan la imagen de estas localidades, pero que apenas son referidos por sus dirigentes políticos.

Año tras año, las víctimas de la banda terrorista y sus familiares ven cómo el espacio público de su ciudad es ocupado impunemente por "los sectores abertzales más extremistas", que mediante diveros homenajes y acciones en honor de la banda terrorista ETA, ensucian el ambiente festivo de la ciudad, sin que apenas exista ningún tipo de reacción por parte de las instituciones ni la inmensa mayoría de la sociedad. 

Aunque pueden parecer hechos aislados, y la realidad es que en los últimos años han descendido significativamente, todavía este tipo de actos están muy presentes en las fiestas. Por ejemplo, entre los casos más recientes están los homenajes que dos comparsas de Bilbao, Txori Barrote y Kaskagorri, han realizado con motivo de la Aste Nagusia bilbaína. Ambos colectivos, conformados principalmente por jóvenes, recorrieron parte de la ciudad portando pancartas e imágenes en favor de numerosos etarras condenados, a quienes mostraban como mártires y héroes. 

Incluso, la comparsa Txori Barrote, fue denunciada por el colectivo Dignidad y Justicia, por incluir en su espacio de las txosnas un mural de gran tamaño a favor de la amnistía de los miembros de la banda terrorista que actualmente permanecen en la cárcel. Este mural, bajo el lema "Bada Orua / Es la hora", contaba con 19 relojes donde se podían ver los nombres de terroristas de ETA, en una clara referencia al tiempo que a cada uno de estos -condenados por delitos de sangre- les queda por cumplir en prisión. 

Vista general de la txosna de Txori Barrote con los relojes donde reflejan las condenas pendientes de 19 terroristas de ETA / Dignidad y Justicia

Una "aberración inaceptable"

Pero lo de Bilbao no es un caso mínimamente aislado. También en Hernani, Ondarroa, San Sebastián, Vitoria y otras tantas localidades de Euskadi, por no decir prácticamente todas, pueden encontrarse numerosos actos en honor de quienes pertenecieron a ETA y a quienes actuaron con violencia en nombre de ella y del soberanismo vasco, sin dar importancia a las vidas humanas que podían llevarse por delante con tal de cumplir su meta.

Sobre este tema, recurrente y realizado con una impunidad casi absoluta, Eduardo Mateo, de la Fundación Fernando Buesa señala que las fiestas de las ciudades y de los pueblos "siempre han estado ocupadas en el espacio público por la izquierda abertzale más extrema, por los seguidores de la banda terrorista y por quienes la defienden". Y esta "aberración", que ya ocurría cuando ETA existía y actuaba, y ahora sigue ocurriendo, es para algunos "todavía más inaceptable" en el contexto actual.

"Parece que en este momento del posterrorismo, ETA no existe, no existe esa amenaza terrorista como tal, pero sí sus consecuencias, las víctimas y el trauma que ha experimentado esta sociedad. Pero la legitimación continúa en la calle, en las redes sociales, y en quienes representan a la izquierda abertzale política que nunca han terminado de dar el paso", asevera. 

En esta línea, desde la asociación de víctimas aseveran que Sortu "y por extensión EH-Bildu", son quienes en muchos casos incitan a este tipo de actos, y aunque no sean los responsables directos, sí son quienes "lideran estos movimientos" y quienes "recogen electoralmente a toda esta gente que piensa de esta manera". 

Cartel en homenaje de Sortu Hernani al etarra Ekain Ruiz / TWITTER

Epicentro de homenajes a los presos 

Como apunta Mateo, las fiestas son el mayor escenario de este tipo de actos, pero no solo por aquellos de grandes dimensiones como la del local de la comparsa Txori Barrote en las Txosnas de Bilbao, sino también, como ya denunciaron en Vitoria, por la presencia de carteles pidiendo el fin de la dispersión -la cual ya ha concluido-, y la amnistía de los presos.

Ante esto, admite que "puede que sea legítimo pedirlo", pero insiste en que es necesario explicar, "sobre todo a la gente joven, qué hay detrás y por qué están estas personas en la cárcel". Además, recuerda que los presos de ETA "siguen ocupando las pancartas cuando supuestamente esto está prohibido" por el Ayuntamiento de la capital alavesa, de igual forma que por el de San Sebastián y Bilbao.

"Pasa en todas las ciudades de Euskadi, solo que en Bilbao hay un foco mayor y allí han pasado cosas muy graves como los homenajes a los terroristas que murieron fruto de sus propias bombas", explica. Un homenaje que también se realizó en Hernani en honor de otro terrorista victima de sus propios explosivos, solo que en aquel caso el acto en su honor no se realizó durante las fiestas. 

Un silencio preocupante

Más allá de la legitimidad de este tipo de actos, muchas veces amparados en la libertad de expresión, y consciente de que la ley no siempre contempla tomar acciones legales contra este tipo de actos, desde la Fundación mantienen que hay que abordar esta cuestión. "Actuar para avanzar en la convivencia, pero no permitiendo estos homenajes de lo que supuso el terrorismo", y para ello es necesario recurrir tanto a la educación de los jóvenes, como a las instituciones para que impulsen aquellas leyes pertinentes para evitar este tipo de homenajes. 

La comparsa Txori Barrote posa con fotografías de presos de ETA / Redes Sociales

En concreto, Mateo habla sobre la futura Ley de Memoria Histórica y Democrática de Euskadi en donde se pone el foco en las víctimas del franquismo y la Guerra Civil, y en la cual se incluyen puntos que condenan explícitamente cualquier tipo de acto y apología del franquismo, con penas incluso de prisión. Y es justamente lo que se contempla en esta norma lo que desde la Fundación Fernando Buesa quieren incluir en la Ley de Víctimas del Terrorismo, para poder condenar realmente los homenajes a ETA. 

Pero para ello, recuerdan que es necesaria una correcta intervención de las instituciones vascas, un paso adelante -o varios-, que todavía no se ha dado y que parece no llegar nunca. 

Incluso, Mateo critica el silencio permanente que muchos representantes políticos guardan cuando tienen lugar este tipo de homenajes. En concreto, denuncia que el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, no se haya pronunciado en las últimas semanas por las acciones de las comparsas Txori Barrote y Kaskagorri. Además, asevera que habitualmente, las instituciones se muestran unidas contra otro tipo de apologías a la violencia, pero dudan cuando este es el tema a condenar. 

"Es representativo como todos los partidos se muestran unidos para hacer campañas en contra de otros tipos de violencias como las agresiones sexistas, pues tendría que haber una cosa parecida en este término. Las fiestas son espacios plurales y de convivencia. No tienen que estar ocupadas por ningún tipo de manifestación política y menos por esta cuestión de lo que ha supuesto el terrorismo", señala Mateo.