Aitziber (26 años), profesora de secundaria decepcionada: "Gano 30.000 euros, pero no es suficiente para lo que hago"

Aitziber tiene 26 años, es vecina vizcaína y actualmente imparte clases de inglés en un instituto de San Inazio, en Bilbao. Lamenta a CRÓNICA VASCA que, a medida que pasa el tiempo, tiene más carga de trabajo, una problemática de la que se quejan cada vez más profesores que enseñan en los centros públicos. 

Su sueldo varía según el tipo de jornadas y el mes, apunta. Este año, Aitziber ha trabajado a jornada completa y ha percibido unos 30.000 euros brutos. Sin embargo, no le parece muy buen sueldo: "No es suficiente para lo que hacemos, si me quitasen la burocracia, sí". 

Una tarea que quema

La joven profesora, que trabaja como interina y cuenta con más de tres años de experiencia, nota la carga de trabajo, sobre todo, en las tareas burocráticas. "Es mucha carga de trabajo a nivel burocrático, se hicieron huelgas el año pasado para mejorar las condiciones, no solo el sueldo", confiesa.

Su mayor queja es, precisamente, con la parte burocrática de su trabajo. Destaca que, si se la quitasen y le pagasen "buen sueldo", su trabajo estaría más equilibrado. 

"A mí lo que menos me gusta es todo el papeleo en comparación con lo que se da de clase, porque dedico muchas horas fuera del horario lectivo y muchas veces me llevo el trabajo a casa", critica. "Yo soy profesora, no tengo que rellenar tantos papeles para esto, cada vez nos piden más y el sueldo no sube", subraya.

Desde el sindicato independiente ANPE llevan años denunciando la carga burocrática a la que se someten los profesores, ya que estos no solo se enfrentan a un cúmulo de trabajo de tipo administrativo y de gestión, sino a tareas como el diseño, planificación y evaluación de la enseñanza, la gestión de los centros, del profesorado y alumnos, a establecer relaciones con la comunidad y a realizar tareas de coordinación, como aseguran. 

Los profesores crean una gran cantidad de actas e informes, cuya "cumplimentación entorpece la dedicación a la labor esencial de su profesión: enseñar", subrayan. Así, los maestros acaban desmotivados y aborreciendo su trabajo. 

El descontento es creciente ante las "nuevas cargas burocráticas", que acaban generando un clima de malestar generalizado. Hacen hincapié, además, en que, mientras la sociedad pide más a los profesores, las administraciones continúan sin brindarles recursos y tiempo necesario para "afrontar nuevas exigencias".

Motivo por el que, desde ANPE, buscan desburocratizar el sistema educativo para liberar a los profesores de estas gestiones administrativas y que puedan dedicar buena parte de su tiempo a atender directamente a los alumnos. 

"Ante este problema, común a todas las comunidades autónomas, es necesario y urgente cambiar el modelo actual y garantizar a los docentes el poder dedicarse a la docencia como función principal, reservando la mayor carga de las tareas administrativas al personal especializado", exponen.