El cocinero Karlos Arguiñano. Cadena SER
Arguiñano (77 años), sobre la tradición familiar que sigue para no hacer regalos: "Cuando ya tienes tantos hijos y nietos, lo tienen todo. ¿Qué les regalas?"
Esta época supone un gran desembolso no solo por las continuas comidas y cenas, sino porque también es sinónimo de 'amigos invisibles' o de regalar a los seres queridos.
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La Navidad es una época que recoge la alegría, la nostalgia y una época que se encuentra envuelta en decorativos, mercados navideños, color, música típica y regalos. El Olentzero y Mari Domingi se encargan de hacer especial este momento del año a los más pequeños.
Esta época supone un gran desembolso no solo por las continuas comidas y cenas, sino porque también es sinónimo de 'amigos invisibles' o de sorprender a los seres queridos. Quienes guardan mucha familia lo tienen más complicado, como Karlos Arguiñano, con sus siete hijos y más de 12 nietos. Este ha optado por seguir con la costumbre a su manera: ya no regala, sino que planta árboles junto con su familia.
La opción de Arguiñano
"En nuestra familia ya no hacemos regalos, plantamos árboles. Cuando ya tienes tantos hijos y nietos, lo tienen todo. ¿Qué les regalas? Entonces empezamos a regalarnos árboles. Tengo hayas, robles, castaños, frutales…", confesaba a Pablo Motos en el programa de El Hormiguero.
De esta manera, el vasco busca evitar el desembolso infinito de dinero y opta por la utilidad que tiene plantar árboles. Con esta tradición comenzaron hace diez años y el motivo de ella fue porque todos cuentan con "calcetines, bicicletas, patinetes, tablas de surf, zapatillas de colores, trajes de neopreno…". Así es como nació esta tradición en la familia Arguiñano.
Su amor no se demuestra a través del dinero, sino mediante el tiempo de calidad, y es que la familia se ve habitualmente, ya que comen cada fin de semana en su casa, donde se juntan entre 18 y 29 personas.
Sus hijos le han dado muchos nietos, más de 12. Incluso le cuesta recordar sus nombres. "Somos una familia de tener, poca tele y mucha cama. Me han salido de hacer. Lo que más me está costando son los nombres y además les ponen nombres de ríos africanos", expresó a Pablo Motos. Con ellos ha podido plantar muchos árboles en esta mágica época.
"Tengo plantados unos 300 árboles, clásicos y frutales, como manzanos, perales higueras", detalló. Estos se hallan en la localidad guipuzcoana de Zarautz. Asimismo, Arguiñano dispone de un huerto y animales (dos ocas, más de 30 gallinas, perros, pavos reales, dos cerdos y conejos.
"Tengo una casa muy entretenida, como si fuese un caserío. Todo muy natural. Y ahora estoy criando capones porque suelo regalarlos en estas fechas a mis amigos, unos 40", explicó en el programa de Motos.