El Centro Memorial expone desde este martes la batería de Miguel Ángel Blanco

La batería de Miguel Ángel Blanco, donada por su hermana María del Mar Blanco, ha quedado instalada en su espacio expositivo como parte del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo. La nueva pieza expuesta es una de las dos baterías que tenía el concejal del PP, con las que tocaba en el grupo musical Póker. Este instrumento tenía un gran valor sentimental para Blanco, secuestrado y asesinado por ETA en 1997, porque fue un regalo de sus padres con el que aprendió a tocar y a disfrutar de su pasión por la música.

El pasado 21 de julio, la batería, junto a una colección fotográfica, formó parte de la exposición “La voz de las manos blancas”, que se organizó con motivo del 25 aniversario de su asesinato y fue patrocinada por el Memorial y la Fundación Miguel Ángel Blanco. A partir de este martes la batería de Blanco pasa a estar de manera permanente en el Memorial de Gasteiz.

En la inauguración de la exposición, María del Mar Blanco señaló que la batería iba a hacer “más cercano” a su hermano, porque los visitantes no solo iban a ver “al político que fue”, sino también “a un joven que tenía otras inquietudes con las que se pueden identificar sobre todo jóvenes” que lo iban a sentir “mucho más cercano”, alejándose de “cualquier justificación del terrorismo".

La batería ha sido colocada en la parte correspondiente a la “Respuesta ciudadana al terror”, donde también hay un panel que explica “el gran estallido social contra ETA” que marcó un antes y un después de las protestas de la ciudadanía contra el terrorismo.

Otros efectos personales

El director del Memorial, Florencio Domínguez, ha destacado este martes que los artículos personales de las víctimas "acercan más a la persona que fueron, como ya ocurriera en otros casos de asesinados".

El centro acoge efectos personales de otras víctimas como el uniforme del ertzaina Jorge Díaz Elorza, escolta que murió junto con el socialista Fernando Buesa en un atentado de ETA en el año 2000; y el patinete con el que Ignacio Echeverría se enfrentó en Londres a los yihadistas que le causaron la muerte en un atentado en 2017 en el que perdieron la vida ocho personas.

El Memorial, que fue inaugurado en junio 2021, cumple la función de difundir los valores democráticos y éticos que encarnan las víctimas del terrorismo, construir la memoria colectiva de las víctimas y concienciar a la población para la defensa de la libertad y de los derechos humanos y contra el terrorismo, algo imprescindible después de que la semana pasada un estudio del Gobierno vasco revelase que el 78% de los vascos no conoce las políticas de memoria sobre terrorismo.