Planta de Petronor / EUROPA PRESS

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Petronor logra liquidar su deuda tras dos años en descenso

Su recuperación económica ha permitido a la petrolera vasca amortizar una deuda que, en 2013, con la puesta en marcha de su unidad de coque, llegó a alcanzar los 1.121 millones de euros

28 septiembre, 2023 05:00

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2022 ha sido un año récord para Petronor. La compañía energética vasca logró unos beneficios el año pasado que han hecho historia y es que el resultado neto de la compañía participada por Repsol y Kutxabank superó los 470 millones de euros, ocho veces más que el año anterior, en el que obtuvo 59,40 millones, y un 60% más que en 2010, año en el que registró su mejor resultado hasta la fecha con 291 millones.

Su recuperación económica ha permitido a la petrolera saldar su deuda después de encadenar dos años en descenso. Una deuda que, en 2013, con la puesta en marcha de su unidad de coque, llegó a alcanzar los 1.121 millones. Después de tres años de amortizaciones y un severo proceso de reestructuración y renegociación, la compañía cerró el ejercicio de 2016 rebajando esa cantidad a la mitad y dejándola en 650 millones

Un esfuerzo del que hacía gala su presidente, Emiliano López Atxurra, ya entrado 2017, coincidiendo con la presentación de los resultados anuales de 2016, acto en el que aseguraba que la deuda generada por la ampliación cometida en sus instalaciones quedaría totalmente saldada en un plazo de cinco años, remitiendo directamente a 2022.

El presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra.

El presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra. EP

Sus previsiones se han cumplido y, además, lo han hecho respetando los tiempos estimados. Y todo ello a pesar de que los dos últimos años han sido responsables de dos ejercicios económicos con importantes pérdidas para la filial vasca de Repsol, que en 2020 llegó a reducir su cifra de negocio hasta los 3.529 millones, un 40% menos.

Una caída que se tradujo en un resultado negativo de 140,1 millones de euros, frente al beneficio de 143 millones obtenido en 2019. En 2021, las cosas no mejoraron demasiado, ya que la refinería, emplazada en Muskiz, volvió a perder 3.289 millones de euros de negocio y únicamente obtuvo un beneficio neto de 59 millones de euros.

Un mercado inestable

En cuanto al crudo, el precio del Brent experimentó un significativo aumento a causa de la guerra en Ucrania y de las sanciones comerciales, que hicieron que descendiese la oferta de petróleo por la reducción de la producción rusa en los mercados occidentales, lo cual generó “una alta demanda y diferenciales internacionales elevados, lo que benefició a Petronor”, explican desde la compañía.

Reunión del Corredor Vasco del Hidrógeno.

Reunión del Corredor Vasco del Hidrógeno. CV

“A pesar de los costos energéticos crecientes, la empresa implementó medidas operativas para mitigar su impacto en los márgenes. Después de una parada de mantenimiento programada, la refinería operó a plena capacidad, obteniendo un margen medio de 15,89 dólares por barril en 2022”, detallan. 

Esos altos márgenes obtenidos por la refinación sirvieron de contrapunto a la subida de los precios del crudo, que en 2022 se situó en 101,3 dólares el barril de Brent, un 26,5% más que el año anterior. Y es que mientras que a finales de 2021, el barril de Brent costaba un promedio de 75 dólares, su precio llegó a dispararse hasta los 130 dólares en marzo de 2022.

Conscientes de la inestabilidad del mercado del petróleo, Petronor ha diversificado su negocio apostando por la generación de combustibles sintéticos e impulsando la fabricación de hidrógeno verde. Para ello, ha incrementado su inversión un 37,37% con respecto a 2021. 

De los 39,7 millones de euros que destinó a este capítulo en 2022, gran parte ha ido a la Asociación del Corredor Vasco del Hidrógeno (B2HC), promovida por Petronor en octubre de 2021, en la que participan diversas instituciones públicas y empresas privadas con el objetivo de desarrollar un ecosistema en torno a esta alternativa energética. Y también a las instalaciones en las que se emplazará el Hub de Descarbonización, enfocado a la producción de combustibles sintéticos, y que entrará en funcionamiento a mediados de 2025.