Bildu se vuelca en seducir al PSE para las elecciones vascas tras la moción de Pamplona

EH Bildu quiere llegar a la Lehendakaritza tras las próximas elecciones autonómicas. Y la coalición abertzale sabe muy bien que su único socio posible para lograr ese objetivo es el PSE. Por ello, una vez que la moción de censura en Pamplona ha prosperado, es hora de seducir al potencial aliado para convencerle. 

Lo sucedido ayer en la capital de Navarra, la comunidad vecina, es uno de los triunfos políticos más relevantes que ha cosechado Bildu en sus doce años de historia. No sólo por lograr la alcaldía en Pamplona, algo que ya tuvo entre 2015 y 2019, sino porque ha sido gracias a un pacto con el PSN. 

La moción de censura de Pamplona supone un salto cualitativo y, como viene contando este periódico, alimenta las esperanzas de Bildu de cara a las decisivas elecciones vascas de 2024

Hasta hace poco parecía casi imposible que abertzales y socialistas acordasen repartirse el poder. Sin ir más lejos, unos meses atrás, después de las elecciones forales y municipales del 28-M, PNV y PSE reeditaron en Euskadi sus pactos en las tres capitales y las tres diputaciones vascas. Por ello, la moción de censura de Pamplona supone un salto cualitativo y, como viene contando este periódico, alimenta las esperanzas de Bildu de cara a las decisivas elecciones vascas de 2024.

Arnaldo Otegi en una entrevista con Radio Euskadi. CV

La pregunta de Otegi 

El propio Arnaldo Otegi verbalizó, tras conocerse el acuerdo de Pamplona, lo que piensan en su coalición: "¿Por qué en Euskadi no puede ocurrir lo mismo?". Esa pregunta es casi también un deseo. Los abertzales consideran que el pacto es difícil pero posible.

Y creen que se multiplicarían las opciones de hacerlo realidad si ellos lograsen ganar las elecciones autonónicas. Esa victoria hipotética cambiaría por completo el tablero. La cuestión es si, además, también habrá opciones de acuerdo con Bildu como segunda fuerza y PSE como tercera.  

Joseba Asiron con el bastón de mando tras proclamarse alcalde de Pamplona / VILLAR LÓPEZ

"Nuevas alianzas"

No por casualidad, hace unos días, durante la puesta de largo de Pello Otxandiano como candidato de EH Bildu a lehendakari, el propio Otegi lanzaba un claro mensaje al PSE al reclamar un tiempo de "nuevas alianzas políticas" que, a su juicio, se merece Euskadi. Es obvio que la pelota está en el tejado de los socialistas vascos. 

Desde que la moción de Pamplona se anunció, el líder del PSE, Eneko Andueza, ha repetido que su partido no hará lehendakari a un candidato de Bildu. Y también ha remarcado que no firmará un acuerdo de gobierno con la coalición abertzale. Pero no ha descartado una opción que, por remota que parezca, puede acabar sobre la mesa después de los comicios autonómicos. 

¿Borgen a la vasca?

El 'Borgen a la vasca' consistiría en que Bildu entregase sus votos al PSE para hacer lehendakari al propio Andueza. Lógicamente esta no es la apuesta de Otegi y los suyos, sobre todo si, como parece por las encuestas, suben en apoyos y quedan a poca distancia del PNV. 

Recientemente el portavoz parlamentario del PSOE y exlehendakari, Patxi López, señalaba que el pacto en Pamplona con Bildu "es una excepción" y calificaba de "inviable" que se cierren acuerdos de gobernabilidad entre su formación y la coalición dominada por la izquierda abertzale. Palabras que parecen descartar un entendimiento entre socialistas y soberanistas para desalojar al PNV, que también es socio del Gobierno y cuya alianza con los socialistas vascos es sólida desde hace varias legislaturas. 

Claro que a estas alturas las declaraciones no parecen tan fiables. El propio López dijo en su día que nunca sería lehendakari con los votos del PP, que es lo que luego ocurrió. Ya está en todas las hemerotecas cómo Sánchez negaba cualquier acuerdo posible con Bildu. Y el propio PSN afirmaba hasta hace un mes que no haría alcalde a Asiron, que es lo que acaba de ocurrir.

Sea con una fórmula o con otra, lo cierto es que la posibilidad de un acuerdo de PSE y Bildu ahora sigue antojándose complicada, pero ya no parece tan imposible. Dependerá de los resultados. Y de las necesidades de unos y otros. Hay partido.