EH Bildu ganaría las elecciones vascas del próximo domingo por un escaño de diferencia sobre el PNV. Los peneuvistas serían la fuerza más votada y podrían gobernar con el PSE en un Parlamento autonómico donde no entrarían Podemos ni Sumar pero sí resistiría Vox. Esa es la última foto fija del Barómetro de Euskadi, encuesta que elabora Electomanía para Crónica Vasca.
La octava y última oleada de la encuesta de este periódico vuelve de alguna manera a la casilla de salida. Porque la primera entrega, allá por el 8 de enero, ya apuntaba a una victoria de Bildu por la mínima. Fue, de hecho, la primera encuesta de un medio vasco que dibujaba este escenario ahora señalado por otros sondeos.
Más en concreto, esta oleada final apunta que la coalición dirigida por Arnaldo Otegi y encabezada en estas elecciones por Pello Otxandiano lograría el domingo 29 escaños, lo que supondría un espectacular aumento de ocho respecto a las autonómicas 2020. El PNV, con Imanol Pradales como sustituto de Iñigo Urkullu, se quedaría en 28 asientos en la Cámara vasca, lo que implicaría tres menos que hace cuatro años.
En tercer lugar continúa el PSE, que con Eneko Andueza como cabeza de cartel calcaría su resultado de los anteriores comicios: 10 escaños. El PP vasco que ahora lidera Javier de Andrés obtendría siete representantes, uno más que en la anterior cita autonómica. Y, por último, Vox renovaría el escaño que ya consiguió contra pronóstico en 2020.
De confirmarse estos datos de Electomanía, el Parlamento vasco sería el más nacionalista de la historia -algo que ya se da por hecho- y también tendría menos partidos, porque tanto Elkarrekin Podemos como Sumar se quedarían fuera del mismo. Esto supondría un auténtico desastre para el espacio electoral a la izquierda del PSE. Un espacio electoral que en 2020, cuando fue unido -Sumar no existía-, llegó a los seis escaños y que, no se olvide, ganó dos elecciones generales en Euskadi no hace tanto tiempo.
El porcentaje de votos que asigna la encuesta de Crónica Vasca a cada partido evidencia que PNV y Bildu están en un empate técnico, si bien los jeltzales serían la opción más votada, con el 34,7% de los sufragios, frente al 34,1% que obtendría la coalición soberanista.
Siempre según estos datos, el PSE perdería ocho décimas de apoyo hasta quedarse en el 12,9% mientras el PP vasco crecería casi tres puntos, hasta el 9,4%. Vox clavaría su resultado de 2020 (un 2% que, sin embargo, le serviría para lograr ese escaño por Álava).
Lógicamente los peores parados serían Podemos y Sumar, que con su 2,8% y su 2,9%, respectivamente, quedarían por debajo del 8,1% que dicho espacio obtuvo en las anteriores autonómicas. O, dicho de otra manera, por separado ambos pierden.
Álava decide
En este diario ya se ha explicado que la clave de estas elecciones está en Álava. Porque parece obvio que Bildu ganará con holgura en Gipuzkoa y el PNV hará lo mismo en Bizkaia. Esta última entrega del Barómetro de Euskadi confirma todo ello. Y señala que en el territorio alavés los abertzales aventajan en un 2% de voto a los jeltzales. Esa sería, así las cosas, la clave demoscópica de la histórica victoria de Bildu que vaticinan este y otros sondeos.
La gobernabilidad
Este Barómetro de Euskadi elaborado por Electomanía arroja tres posibilidades para gobernar la comunidad tras el 21-A: un acuerdo de PNV y PSE; una alianza de Bildu y PSE; o una entente nacionalista de PNV y Bildu. Esta última posibilidad es la que se antoja más remota por motivos obvios. Y está claro que los socialistas vascos decidirán quién es el próximo lehendakari.
FICHA TÉCNICA
Esta encuesta de Electomanía ha sido elaborada con una muestra inicial recabada entre el 1 de diciembre de 2023 y el 4 de enero de 2024, ambos incluidos, y con una muestra añadida hasta el 13 de abril de 2024. Se han realizado 1.391 entrevistas satisfactorias entre población con derecho a voto en Euskadi. El margen de error es de 2,5% y se ha realizado mediante entrevistas online.
Electomanía ya ha realizado para 'Crónica Vasca', entre otros, paneles electorales para capitales como Bilbao, Donostia o Vitoria, y adelantó antes que cualquier empresa demoscópica la holgada victoria de Jon Uriarte en la carrera a la presidencia del Athletic, nueve días antes de que los socios rojiblancos acudieran a las urnas.