Un médico sujeta un fonendoscopio

Un médico sujeta un fonendoscopio Freepik

Política

¿De dónde sacar médicos para Osakidetza? Los profesionales rechazan reducir el MIR

El consejero de Salud propone reducir el MIR a tres años ante la falta de médicos, pero los especialistas lo rechazan

Más información: Sanidad descarta la propuesta de Alberto Martínez de reducir el MIR de Atención Primaria a tres años

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“Acortar la formación puede comprometer la calidad de la atención y dejar a los futuros médicos menos preparados para afrontar los desafíos de la atención primaria”, asegura Nerea Díez, residente de segundo año de Atención Primaria en el Centro de Salud de Lakuabizkarra, en Vitoria. 

Este lunes el consejero de Sanidad del gobierno vasco, Alberto Martínez, proponía reducir la formación de Médico Interno Residente (MIR) de cuatro a tres años —como ocurre en Francia e Italia—, una medida urgente y voluntaria para hacer frente al déficit de facultativos en Atención Primaria en Euskadi donde actualmente hay más de cien puntos sin cubrir.

Según el departamento, en tres años colgarán la bata 500 médicos de familia y, con esta medida, se conseguiría, en cuatro o cinco años, duplicar el número de médicos a incorporar en un año. 

La intención del consejero: a problemas, soluciones. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad desestimó la propuesta tan solo horas más tarde. Según el ministerio dirigido por Mónica García, “reducir la formación de los médicos de familia a tres años sería un retroceso que comprometería la calidad asistencial”. Algo que también rechazó a mediados de semana el Consejo del Colegio de Médicos del País Vasco así como el Sindicato Médico de Euskadi (SME). 

El consejero de Salud, Alberto Martínez / IÑAKI BERASALUCE - EP

El consejero de Salud, Alberto Martínez / IÑAKI BERASALUCE - EP

Impacto en los pacientes

Según Díez, la reducción de un año en la formación de Medicina de Familia podría tener un impacto negativo en la relación médico-paciente y en la calidad de la atención generando una posible “desconfianza”.

Además, para que los pacientes se sientan seguros, la formación debe ser amplia y variada: “Nosotros tenemos que saber reconocer signos y síntomas, cuándo derivar y cómo tratar la mayoría de los casos; por lo tanto es necesaria una formación amplia, profunda y variada —y, añade—, si tenemos menos formación y conocimiento derivaríamos más y antes a otras especialidades. Esto, hará que los pacientes nos vean como un tramitador a la derivación e invalidando por completo nuestra ormación”.

Por otro lado, desde la experiencia de quienes están en formación, acortar el tiempo de residencia podría traducirse en inseguridad al enfrentarse a situaciones complejas con menos herramientas y conocimientos. 

Alternativas a la reducción del MIR

El Consejo del Colegio de Médicos de Euskadi ha propuesto otras medidas como aumentar la jubilación voluntaria de los médicos a los 72 años con el objetivo de que médicos más veteranos puedan seguir ejerciendo, pero puede ser una medida contraproducente, a juicio del Colegio, porque “hay que facilitar la entrada de los recién egresados de las facultades de Medicina en el sistema de especialidades”. 

En este sentido, Díez, recientemente graduada, reconoce que incentivar la permanencia con contratos estables y condiciones adecuadas podría ser una buena medida. Sin embargo, va más allá y propone otras medidas como mejorar las condiciones tanto laborales como salariales para hacer más atractiva la especialidad.

Asimismo, asegura como buenas medidas facilitar la conciliación laboral y personal para evitar la fuga de médicos a otras comunidades o países o potenciar el uso de tecnología y equipos multidisciplinares para aliviar la carga de trabajo.

¿De dónde sacar médicos? 

De dónde conseguir médicos de Atención Primaria para trabajar en los Centros de Salud de Euskadi sigue siendo la gran incógnita a pesar de rondar diferentes alternativas. Una situación de tal calibre que, el propio Consejo considera que debería ser “consensuado” en el Pacto de Salud

En esta misma línea, y en búsqueda de soluciones, para Díez “es necesario buscar alternativas que garanticen una formación completa y que, al mismo tiempo, hagan más atractiva la Medicina de Familia para los nuevos médicos —y añade—, en lugar de mejorar el sistema, puede generar más problemas a largo plazo, afectando la calidad asistencial y la confianza en los profesionales·.

En consonancia con su compañera, Ainhoa Egaña, también residente de segundo año del mismo ambulatorio, asegura rotundamente que se trata de una solución que “solo perjudica, tanto al médico como a la población, además de ser una solución a la falta de médicos a muy corto plazo”. 

Eso sí, nunca está de más proponer iniciativas para solventar los problemas que secundan a la sociedad vasca: “Es una medida extraordinaria. Me gustaría que el Ministerio nos diera alguna idea, porque hasta ahora no hemos recibido ninguna. No nos dejan hacer, ni hacen”, asegura el consejero.