Vox sigue contra el euskera: quiere "obligar" a todos los diputados a hablar solo en español

Vox, tercera fuerza política del arco parlamentario nacional, quiere acabar con el uso de las lenguas co-oficiales en el Congreso de los Diputados y desterrar el uso de los famosos pinganillos en todas los plenos y comisiones de la Carrera de San Jerónimo. Hasta ahí, nada nuevo que el partido de Santiago Abascal no haya criticado por activa y por pasiva siempre que ha tenido oportunidad. 

La formación ultra, sin embargo, acaba de dar un paso más en su cruzada contra el uso del euskera y otras lenguas cooficiales en Madrid. Y “en atención al bien común, al interés de los españoles y al correcto funcionamiento de las instituciones”, Vox acaba de registrar su propia proposición de reforma del Reglamento del Congreso, en la que -especifican- que el uso del español es y será “obligatorio”. 

La infructuosa obsesión de Vox por rebautizar a Euskadi como "vascongadas" en el Congreso

Vox incluye en su texto un nuevo artículo al Reglamento del Congreso en el que señala que “los diputados están obligados a utilizar el español en el ejercicio de su actividad parlamentaria, tanto en sus intervenciones orales como en los escritos que presenten en el Congreso”. 

Los de Abascal, que se refieren a Euskadi como Vascongadas en todas sus intervenciones parlamentarias, señalan en su exposición de motivos que el uso de lenguas co-oficiales en el Congreso se ha incorporado “arbitrariamente” en el funcionamiento de la Cámara en virtud de los acuerdos de investidura alcanzados por Pedro Sánchez con sus socios parlamentarios. 

“Tal reforma supone, en primer término, un ataque a la lengua española como elemento de cohesión política y territorial y, por ende, una agresión a la unidad de España, en aras de intereses separatistas y divisores”, razona Vox en su propuesta. 

“Asimismo, conlleva –añaden- una vulneración del derecho constitucional de usar el castellano en tanto que es la lengua oficial del Estado”.

Además, consideran que “la renuncia de ciertos grupos parlamentarios al empleo de una lengua común entraña dificultades en el diálogo parlamentario y, en consecuencia, supone un menoscabo de la función representativa que los diputados ejercen”.

A PP y Vox se les atraganta el gasto en pinganillos para traducir al euskera en el Congreso

La semana pasada, Vox ya criticó “el despropósito del malgasto” de cerca de 17 millones en pinganillos y en sistemas de traducción simultánea que el uso del euskera y otras lenguas co-oficiales ha conllevado para las arcas de la Cámara.

En concreto, 12,5 millones de euros en el coste de los servicios de traducción, interpretación y transcripción de lenguas cooficiales; 2,1 millones en el suministro e instalación del sistema de conferencias; y otros 2,5 millones de euros gastados en 2023 en el suministro e instalación de un nuevo sistema de conferencias para el hemiciclo del Congreso y adaptación de los sistemas audiovisuales necesarios para su funcionamiento.

Solo en el Senado

La propuesta de Reglamento que defiende Vox va más allá de lo que defiende el Partido Popular en su Ponencia Política del Congreso Nacional del partido que se celebra este fin de semana en Madrid.

Un texto en el que los de Núñez Feijóo también aportan rebajas al uso del euskera en las Cortes y en el que aseguran que “velarán” por el uso de la lengua común en el Congreso de los Diputados “y mantendremos la posibilidad de uso lenguas cooficiales en el Senado”.

El PP restringe, por tanto, el uso del euskera al trabajo parlamentario del Senado y asegura que defienden lo que califican como un “bilingüismo cordial” sobre el que no aportan muchas más claves. 

“Un bilingüismo que busque la convivencia equilibrada entre las lenguas cooficiales en los distintos territorios”. “La diversidad de las lenguas de España es una manifestación de nuestra riqueza cultural que debemos preservar y potenciar”, añaden. 

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