Más responsabilidad política y menos estrategias electorales

Habitualmente decimos que la política vasca parece un oasis frente a la convulsión y el tono grueso de la política nacional.

Sin embargo, parece que esta semana la política vasca se ha contagiado de lo que suele suceder en la M-30 madrileña. Hemos vivido la semana más tensa en el seno del Gobierno vasco, con los socios atizándose e incluso amagando con romper su coalición.

En medio de esos ataques gruesos de unos contra otros, el lehendakari, Imanol Pradales, ha intentado pacificar las cosas y ha pedido blindar la coalición para el futuro.

Si me preguntan la opinión, creo que ese gobierno de PNV y PSE no peligra para nada. Y que lo visto estos días forma parte de cómo todos los partidos se van recolocando para marcar distancia con los que no dejan de ser sus rivales electorales.

Quien también se sitúa, porque aquí se mueven todos, es EH Bildu, porque esta semana hemos contado cómo Arnaldo Otegi y los suyos no paran de ofrecer "acuerdos de país" tanto a PNV como a PSE. Lo hacen en materias como el euskera, el estatus o los presupuestos.

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Parece que ese movimiento responde a la estrategia pactista que tan bien le está funcionando a Bildu y que consiste en presentarse ante los electores como un partido de gobierno, capaz de pactar con cualquiera y no sólo con otros nacionalistas.

Ya decíamos hace una semana aquí que se venía una larga campaña de PNV y Bildu peleando por la hegemonía. Y ahora vemos que también el Partido Socialista se sitúa de cara al ciclo electoral que se avecina.

Salvo que Pedro Sánchez adelante las elecciones generales, se supone que en Euskadi no habrá comicios en un tiempo, pero es evidente que todos se están ubicando para lo que pueda venir.

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Se trata, en definitiva, de estrategias legítimas de los partidos pero que huelen también a fuegos de artificio y no a problemas de fondo.

Los verdaderos problemas de fondo en Euskadi siguen ahí. Son el despliegue renovable, las ayudas a las empresas frente a los aranceles, mejorar los servicios públicos como Osakidetza, afrontar el problema de la vivienda que tanto preocupa y ocupa a los ciudadanos, etcétera.

Creo que lo justo es pedirle a los partidos de Euskadi más responsabilidad, para que piensen más en esos problemas de la gente y no tanto en situarse para un ciclo electoral.

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