Ni Oporto ni Lisboa: este céntrico pueblo de Portugal es menos conocido pero esconde muchos secretos
Con un movimiento papirofléxico plegamos el mapa de Portugal por la mitad, de norte a sur y de este a oeste. Así localizamos Vila de Rei, Centro Geodésico del país. Un monolito sobre el monte Metriçal recuerda donde estamos. Los detalles se amplían en un pequeño museo por el que el último año han pasado 40.000 personas y que se convierte en parada obligatoria para comenzar a disfrutar del viaje y de la dulce gastronomía portuguesa. Paula Gamito, encargada junto con João Rosa del museo, oficina de turismo y bar, elabora lo que llama "a boleca de chocolate más feia de Vila de Rei". Quizá sea también una de las más ricas y, seguro, la mouse de cacao con el nombre más divertido pese a su apariencia inestable. Paula ha recuperado también "a boneca dos ricos" una galleta con forma de muñeca que lleva en su composición azúcar, leche y huevos, y ahora sí, por 1,50 euros se pueden permitir las economías más humildes.
Por la ciudad de apenas 2.000 habitantes cruza la N2 que atraviesa el país a modo de espeto desde Chaves hasta Faro. Una ruta frecuentada por moteros quienes no ignoran que en el Centro de Geodesia pueden sellar su pasaporte. Sin embargo, aunque algunos, motoristas o no, han descubierto la humilde belleza de la cercana Auga Formosa, una de las 6 aldeas do Xisto en la región de Los lagos do Zézere, siguen siendo pocos los que han descubierto el Centro de Portugal.
La vista periférica desde lo alto del picoto permite adivinar donde se encuentra Sertã, centro perfecto para recorrer la región.
Aldeas do Xisto
Solo en el Centro de Portugal existen catalogados 27 pueblos de pizarra. Cada una de las aldeas tiene su encanto, en todas se recuperan viviendas abandonadas, alguna dispone de restaurante, casi todas cuentan con alojamientos y a ninguna les faltan rutas perfectamente señalizadas para caminar sin pérdida.
Por increíble que parezca, las rocas con las que se construyeron las casas en Figueira, en las que actualmente solo viven 16 personas, tienen 550 millones de años. Muchos, ante las duras condiciones de vida, marcharon en busca de nuevas formas de subsistir. Otros, pocos, se quedaron y, solo algunos, han vuelto con la firme determinación de poner en valor una tierra abrupta y sometida a incendios. Joana Pereira, explica mientras elabora una "tigelada", un postre típico, la historia de sus habitantes.
Casal de Sāo Simāo, donde viven 40 vecinos se puede realizar una ruta circular, la PR1 de apenas 5 km y que permite ascender por las pasarelas de fraga y terminar en su playa fluvial.
A solo 15 minutos, otra aldea de esquisto, Ferraria de São João, es una de las más demandadas por los ciclistas para realizar rutas BTT. Izilda Mendes, enseña a los visitantes a hacer queso, algo que lleva haciendo toda una vida.
Existe, incluso, la opción de realizar una ruta circular entre 7 aldeas de pizarra alojándose en ellas en el transcurso de la semana de recorrido.
Playas fluviales
Decenas de playas fluviales salpican las cuencas del río y los embalses del Zézere.
Desde Praia Fluvial do Cabril un paseo en barco de 40 minutos es suficiente para observar la flora y fauna y saludar el último barquero, de 82 años. En las aguas por las que un día se transportaban las maderas para construir carabelas hoy los bañistas disfrutan de piscinas flotantes.
A pocos metros de distancia se encuentra Muihno das Freiras, punto estratégico para alquilar por 30 euros una canoa o iniciar una de las muchas rutas.
En la Playa de Trizio se encuentra el club marítimo, lugar óptimo para practicar deportes acuáticos. Todo es calma, como ocurre también en Fernandaires.
El agua tiñe de verde la vegetación, mayoritariamente de pinos, alcornoques y robles. Es el milagro del río Zézere, al que la ruta GR 33, de 370 km, acompaña a lo largo de su curso desde A Serra da Estrela hasta las proximidades del río Tajo, lo que posibilita atravesar por los pueblos de pizarra y navegar por los embalses alternando bici, canoa y caminatas de distinta dificultad.
Pero la GR 22, que comunica todos los pueblos históricos de Portugal y cruza a la 22, es la más larga del país.
Patrimonio UNESCO: Tomar
El centro de Portugal tiene tanto Patrimonio de la Humanidad como para realizar una generosa ruta cultural. Asombrosos son Alcobaça, Batalha, Universidad de Coimbra, Valle del Côa y Tomar.
El castillo templario y convento de los Caballeros de Cristo, en Tomar, de 54 hectáreas, perteneció a la Orden del Temple durante 200 años hasta ser absorbida por la Orden de Cristo, la sucesora. Desde 1160 y a lo largo de 7 siglos se elevaron 7 claustros y 1 basílica; aunque la construcción de la iglesia y las dos famosas ventanas manuelinas, entre los siglos XVI y XVII, fueron las mayores modificaciones. Tomar, salvada de años de abandono, exhibe hoy arquitectura portuguesa entrelazada con estilos románico, gótico, manuelino y renacentista que compensa los 10 euros de entrada.
En Tomar se encuentra la sinagoga más antigua de Portugal, que también se puede visitar. Dornes, muy cerca, desborda encanto .En la cima, el Santuario Nossa Senhora do Pranto; a sus pies la Capela de Santo Antonio que delega en San Gonçalinho la búsqueda de pareja a mayores de 35.
Dónde comer
Serta
Restaurante Santo Amaro: Increíble "Feijoao de marisco" una especie de caldereta de pescado con alubia roja. 60 euros, dos personas; aunque en realidad, pueden comer tranquilamente, 4.
Restaurante Ponte Velha: Sopa de pescado D.Helena, maranho y bucho; Raciones muy abundantes a precios muy ajustados.
Restaurante Mercearia do Largo: Curioso lugar que vende comestibles y ofrece una corta carta de ensaladas, bocadillos y hamburguesas.
Figueira
Restaurante Casa ti’Augusta, comida tradicional: "Plangaio" elaborado con harina y huesos de espinazo de cerdo acompañados con berza y "Afogado da boda", un estofado de carne de cabra joven.
Casal de Sao Simao
Restaurante Varanda do Casal, Probar su "Bacalhao com aioli de mel".
Tomar
Tasca o Perdigoto. Antigua bodega reconvertida en tasca a la que acuden los locales.
Vinos sugeridos
Monte Barbo, Adega 23, Pinhal y Fidalgo de Santar, de la región vinícola Dão.
Dónde dormir
Hotel Convento de Sertã de 4 estrellas. Antiguo convento restaurado para convertirse en un hotel de 25 habitaciones absolutamente insonorizadas gracias al grosor de sus muros originales.
Máximos conocedores de la región, el personal facilita información precisa sobre rutas a realizar y facilita pack lunch para quien lo desee. Si a su regreso lo considera, puede relajarse con una sesión de masajes en el espacio wellness. El precio de las habitaciones, 130 la doble, incluye desayuno servido en el antiguo claustro conventual o en la propia habitación. Para los días de verano el establecimiento dispone de una pequeña piscina exterior, donde disfrutar del "medroño tónico", un cóctel singular https://conventodasertahotel.pt/
Cómo llegar
La región del centro de Portugal se encuentra entre Oporto y Lisboa, por lo que la llegada en avión puede hacerse a través de cualquiera de ellos.
Consejo: Visitar la web www.centerofportugal.com para personalizar un viaje que ofrece infinidad de posibilidades.