El Gobierno vasco pone la primera piedra del laboratorio para 'atar' Mercedes a Vitoria

Pasada la tormenta del convenio, la fábrica de Mercedes en Vitoria abre un periodo para materializar los compromisos en torno al nuevo modelo de furgoneta eléctrica. A las inversiones anunciadas en su día para la ampliación y remodelación de las instalaciones, más de 1.200 millones de euros, se suma un segundo proyecto de 'laboratorio' que servirá como banco de pruebas para testar tecnología y, en definitiva, blindar el futuro del proyecto industrial del fabricante alemán en la capital alavesa.

El llamado CFA (Centro de Fabricación Avanzada) de la principal factoría de Euskadi fue uno de los asuntos que protagonizaron la comparecencia parlamentaria de la consejera Arantxa Tapia para desgranar la letra pequeña de los presupuestos de su departamento. Ahí se recogen esos primeros 8 millones de inversión por parte de la sociedad pública Sprilur que, como señaló la titular de Desarrollo Económico, vienen a suponer un punto de partida para poner en marcha ese centro de investigación.

Será un centro de ensayos muy vinculado a las necesidades de la fábrica de Mercedes y en concreto a ese primer modelo eléctrico Van.EA (cuya producción se ha retrasado a 2026) aunque la idea es que la tecnología pueda ir más allá. Ese es el sentido de la participación de un gigante como Gestamp, una de las principales multinacionales vascas y completamente volcada ya en los vehículos eléctricos, a la que acompaña también la Corporación Mondragon.

Como indicó Tapia en el Parlamento Vasco, la función de ese nuevo CFA será concentrar los "últimos desarrollos" de los componentes para evitar errores en planta, es decir, una especie de barrera de seguridad que permita trasladar a producción únicamente aquellas tecnologías con garantías. Los grandes actores del sector, como es el caso de Mercedes Benz y Gestamp, llevan años en plena carrera por ir mejorando las prestaciones de los vehículos eléctricos que, por otro lado, tienen por delante un amplio margen de mejora a nivel de autonomía, peso o seguridad.

Francisco Riberas, presidente de Gestamp./ EP

Desarrollo de baterías

Una de las claves en ese sentido está en las baterías y en los cajones donde estas van colocadas (battery boxes), que en definitiva vienen a reemplazar al motor de combustión. Un punto en el que Euskadi cuenta también con otro proyecto estratégico como es Basquevolt, quizá con miras más a largo plazo por su perfil innovador (explora la fabricación de baterías en estado sólido) y al que desde su origen se le ha vinculado directamente con el futuro de Mercedes-Vitoria. Aun así, los máximos responsables de la compañía ubicada en Miñano, con Francisco Carranza a la cabeza, siempre han evitado comprometerse con nombres dejando la puerta abierta a todo tipo de futuros clientes.

La consejera Arantxa Tapia en la reciente visita a Japón / IREKIA

Mercedes hace así su propio camino y de hecho tiene en marcha ya la ampliación de instalaciones que permitirá albergar nuevos modelos. El CFA servirá para contribuir a la digitalización y sobre todo dará flexibilidad a nivel tecnológico a la fábrica, como resaltó Tapia, que destacó el buen rendimiento que ha dado un sistema similar en el sector aeronáutico.

A los 8 millones presupuestados en 2024 para la construcción del edificio que acogerá el CFA se suma una segunda partida prevista para el año siguiente de 5 millones más. El proyecto, recogido en el plan de Inversiones Estratégicas del Gobierno vasco y diputaciones forales 2022-2024, podría estar operativo ya en 2025.