Michelin trata de limar asperezas con el Gobierno vasco tras anunciar sus ajustes

La nueva dirección de Michelin trata de tender puentes institucionales tras anunciar, a finales del año pasado, sus planes de ajustes en sus plantas vascas, precindiendo de 150 trabajadores en Vitoria-Gasteiz y de otros 26 en Lasarte-Oria a causa de "las malas previsiones de producción", provocadas, según la compañía, "por la caída de la demanda para el presente año". 

La multinacional de origen francés nunca antes había mostrado interés en dialogar con el Gobierno vasco, pero ante la nueva coyuntura interna el escenario parece haber cambiado. Así ha trascendido de la mano de EFE, que ha informado de que el lehendakari, Iñigo Urkullu, y la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, se han reunido esta misma mañana con la dirección de la empresa.

Al finalizar el encuentro, la consejera ha explicado que "la reunión se produce en respuesta a la petición de reunirse que la empresa hizo el pasado mes de diciembre". En este sentido, Tapia ha señalado que se ha tratado de "una reunión de trabajo", similar a la que responsables del Ejecutivo autonómico mantienen con otras empresas en otras ocasiones, si bien no ha querido dar más detalles sobre el contenido del diálogo mantenido con la dirección.

La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia.

Acercamiento por ambas partes

Eso sí, el objetivo del encuentro, según ha explicado Tapia, no ha sido otro que "analizar la situación y los planes de futuro de Michelin", pero además, el Gobierno vasco ha aprovechado para trasladar su interés en colaborar "para lo que la firma considere". Atrás quedan los reproches emitidos por la consejera, que hace unos meses acusaba a Michelin de "falta de entendimiento" con el Ejecutivo. La consejera matizó posteriormente esas declaraciones y precisó que se refería a la relación con la anterior dirección de la planta de Michelin en Álava, pues "no había existido o había sido ínfima", explicó, pero mostró confianza en que con la dirección actual la relación fuese mejor.

Después de un 2023 en el que la producción de Michelin se ha visto obligada a continuos reajustes, las previsiones de la empresa para este nuevo año auguran una nueva caída en la producción de un 5% adicional. Es por eso que, a lo largo de este mes de enero, la multinacional ya ha programado diversas paradas de la producción a causa de la falta de caucho.

Plazo para la adhesión de la plantilla a las propuestas

Con los votos a favor de CCOO, UGT y CSIF; en contra de ELA, LAB, ESK y CGT; y la abstención de CCM, el comité de la planta de Vitoria-Gasteiz aprobó antes de finalizar el año el plan propuesto para los 150 excedentes de plantilla. Ahora, los trabajadores tienen de plazo hasta el próximo lunes para adherirse a las medidas propuestas por Michelin, entre las que destacan las bajas incentivadas y los contratos relevo, priorizando "la movilidad funcional dentro de la planta alavesa y la movilidad geográfica voluntaria dentro de las fábricas de la empresa en España y Portugal que tengan posibilidad de asumir más personal", indican.