Cientos de personas protestan durante una manifestación con motivo de una huelga del sector público/EuropaPress

Cientos de personas protestan durante una manifestación con motivo de una huelga del sector público/EuropaPress

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Los sindicatos vascos saludan a Pradales en un Primero de Mayo atípico con 'susto' de Sánchez

Tras el pulso con el gabinete de Iñigo Urkullu, quien encontró muy poco respaldo en el frente sindical, las centrales lanzan sus primeras reivindicaciones al que será nuevo lehendakari

30 abril, 2024 05:00

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Amanecerá este miércoles un nuevo Primero de Mayo particular. No será tan extraño como el de 2020, sin manifestaciones por el riesgo de contagios, pero el contexto político actual está tan enrarecido que no es fácil encontrar un hilo común en los posicionamientos de los sindicatos vascos ante este Día Internacional de los Trabajadores.

En los años posteriores a la crisis del ladrillo fue el paro, luego los recortes y la reforma de Mariano Rajoy, más tarde la precariedad del empleo y tras la pandemia la inflación. La sensación es que la cita sindical del año por excelencia llega en esta ocasión sin un leitmotiv claro, en el caso de Euskadi además casi aun en la resaca de las últimas elecciones y en plena transición hacia un nuevo gobierno con el jeltzale Imanol Pradales a la cabeza.

Para rematar el desconcierto Pedro Sánchez dejaba la semana pasada en el aire el futuro político en Madrid, de donde emanan muchas de las medidas que, en una dirección o en otra, influyen en la realidad de los trabajadores vascos. Finalmente Sánchez seguirá al frente de un Gobierno central de corte progresista con el que, a priori, la política laboral está más ajustada a lo que demandan las centrales.

En definitiva, no tiene que ser sencillo en estas horas previas redactar las líneas maestras de esos discursos que los líderes sindicales dirigen a afiliados y simpatizantes que acuden a las manifestaciones poco antes de la hora de comer. Si algo está claro es que Iñigo Urkullu es pasado y Pradales futuro pero, ¿cuánto se parecerá la política del de Santurtzi a la de su 'maisu'?

El secretario general del sindicato ELA, Mitxel Lakuntza, da un discurso durante una manifestación del sindicato para celebrar el Día Internacional del Trabajador en Bilbao / Luis Tejido - EFE

El secretario general del sindicato ELA, Mitxel Lakuntza, da un discurso durante una manifestación del sindicato para celebrar el Día Internacional del Trabajador en Bilbao / Luis Tejido - EFE

12 años de tensión con ELA

Dicho de otra forma: ¿va a buscar Pradales un acercamiento con ELA? La central mayoritaria de Euskadi ha sido la más punzante con el último lehendakari del PNV, hasta el punto de enzarzarse en múltiples ocasiones sindicato y partido con acusaciones curzadas sobre el origen, sentido y objetivos de las huelgas. "Que busque en otro sitio sus problemas electorales", zanjaba Mitxel Lakuntza en una de las ocasiones en que Urkullu daba a entender que ELA y LAB querían que EH Bildu ganara las elecciones.

Justo esas elecciones que se celebraban el pasado día 21 y que, frente a lo anunciado por las encuestas, daban la victoria finalmente al partido nacionalista, que podrá gobernar además sin apuros de la mano del PSE. No hay cambios en Lakua por tanto a nivel de colores políticos, lo que en principio hace esperar pocas novedades en el tono sindical, aunque sí llegan nuevas caras que, al menos, pueden buscar introducir sus matices en la relación con las grandes organizaciones de los trabajadores.

El propio Urkullu ha ido variando su estrategia para el frente sindical. Fallida la apuesta inicial de Juan María Aburto, ahora alcalde de Bilbao, para tratar de diseñar las políticas laborales con la aprobación de ELA y LAB, el hasta ahora lehendakari dio la sorpresa con el nombramiento del independiente Ángel Toña. El de Ondarroa prometía por su buena relación antes de llegar a Lakua con el mundo sindical, en especial con LAB, pero finalmente las inercias se impusieron y tampoco Toña pudo implicar a las dos centrales abertzales en una dinámica de diálogo institucional fluido.

La vicelehendakari y consejera de Trabajo esta última legislatura, Idoia Mendia / Legebiltzarra

La vicelehendakari y consejera de Trabajo esta última legislatura, Idoia Mendia / Legebiltzarra

De San José a Mendia

El segundo mandato de Urkullu tuvo al frente de la cartera de Empleo a Beatriz Artolazabal, el PNV conservaba así el control de Lanbide, cayendo el diálogo social del lado de la nueva consejería específica de Trabajo bajo la batuta de la socialista María Jesús San José. Y la estrategia del Gobierno vasco cambió completamente respecto a los intentos conciliadores de Aburto y Toña: fue en esa legislatura en la que se 'institucionalizó' el diálogo social o, en la práctica, se asumió que para sacar adelante grandes acuerdos económicos había que hacerlo solo con CCOO y UGT.

Con idas y venidas, el diálogo oficial entre Gobierno, empresarios y sindicatos ha venido funcionando de esta forma en los últimos años, en el caso de la legislatura más reciente ya con todo el área laboral, también Lanbide, en manos del PSE. Idoia Mendia, camino ahora del Parlamento Europeo, ha logrado algunos hitos con el respaldo de CCOO y UGT, como el llamado Pacto Social por el Empleo, la propia Ley de Empleo o el inicio del debate para acortar la jornada de trabajo, aunque no ha habido acercamientos reales ni con ELA ni con LAB.

Igor Arroyo, coordinador general de LAB / Nacha Abaitua

Igor Arroyo, coordinador general de LAB / Nacha Abaitua

El futuro de LAB

Aun así es importante matizar que Pradales asumirá las riendas del Gobierno vasco con LAB y ELA en posiciones bien distintas. Es altamente improbable que Lakuntza, reelegido para cuatro años a finales de 2021, dé un giro en la visión estratégica de su sindicato. Sin embargo sí hay matices en el posicionamiento de LAB, convertida ya en segunda central sindical en el País Vasco por número de delegados, que se concretan por ejemplo en su entrada en ciertos organismos institucionales: la próxima legislatura arrancará, sin ir más lejos, con el nombramiento de nuevos representantes en el consejo de Lanbide.

Puede parecer poco, pero teniendo en cuenta el contexto hay motivos para pensar que estos primeros pasos de la central de Igor Arroyo y Garbiñe Aranburu pueden desembocar, a largo plazo, en una participación normalizada en el principal foro tripartito con Gobierno y Confebask. Que sea en esta legislatura parece prematuro, el cuándo dependerá de muchos factores, pero ahí está la evolución también que ha seguido la izquierda abertzale en el plano político.

Con uno de cada cinco delegados sindicales, LAB es la llave para dar un alcance global a muchos acuerdos como ocurre en la negociación colectiva. "Hay que seguir organizando a los y las trabajadoras e impulsando luchas sindicales. Se debe confrontar al capital en todos los ámbitos", declara la organización de Arroyo y Aranburu, que cumple este año medio siglo de vida, a las puertas del día de los trabajadores. Y dice más: "Se abre un nuevo ciclo político, en el que LAB será un agente activo".