
Mikel Torres en el Pleno de Control / Parlamento vasco
Torres pide otra vez diálogo sobre el SMI tras la negativa de Confebask a sentarse con los sindicatos
El consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, ha apelado este viernes nuevamente por el diálogo entre sindicatos y patronal
ELA y LAB rebajan sus exigencias sobre el SMI vasco ante la reunión con escasas opciones de acuerdo
Tras la negativa de la patronal vasca a negociar un SMI vasco y la posterior y consecuente cacelación del encuentro entre Confebask y sindicatos que un principio estaba organizado para este jueves, el consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, ha apelado este viernes nuevamente por el diálogo entre ambas partes.
Lo ha hecho en el pleno de control de este viernes en una interpelación de la parlamentaria de EH Bildu, Pazis García, quien ha calificado de "grave y preocupante" que Confebask se niegue a negociar un SMI propio vasco con los sindicatos porque su posición "es evitar un reparto más justo de la riqueza".
También después de que, precisamente con la intención de acercar posturas con el organismo, ELA y LAB rebajasen la cifra que en un principio pedían -1.795 y 1.600 euros respectivamente- hasta 1.500 euros mensuales en 14 pagas -21.000 brutos anuales- para todos los trabajadores vascos, alcanzándolo de forma "escalonada", en dos años, usando la fórmula del Acuerdo de Materia Concreta.
Así, este viernes el consejero ha reiterado que es un "error mayúsculo que Confebask no haya dado por el momento una oportunidad al diálogo, independientemente de que se pudiera llegar a un acuerdo", además de señalar que su departamento ha cumplido con una proposición no de ley aprobada en el Parlamento Vasco con el apoyo del 90% de la Cámara en la que se instaba al Gobierno vasco a tener una actitud proactiva para dialogar sobre un SMI dentro de la negociación colectiva.
Sin embargo, y aunque ha matizado que "los salarios en Euskadi deben aumentar con carácter general", ha detallado que el Ejecutivo vasco no tiene competencias para regular un SMI ya que corresponde al Estado por lo que "no puede obligar a nadie a sentarse en las mesas de negociación", ni a los sindicatos ni a la patronal.