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Los trabajadores que participan en huelgas se multiplican por seis en 2022

El final de la pandemia y conflictos clave como el Metal de Bizkaia y de Álava disparan el número de personas que secundaron un paro

22 febrero, 2023 05:00

La irrupción del conflicto en grandes empresas, como Mercedes Vitoria, y sectores, como el Metal de Bizkaia y el de Álava, disparó el año pasado el número de trabajadores vascos que participaron en alguna jornada de huelga. Hasta octubre la cifra superaba los 68.000, un 470% más que en el mismo periodo de 2021, es decir, casi 6 veces más. La comparativa está condicionada también por los bajos registros de ese año por la pandemia.

Ha sido un ejercicio 2022 marcado además por la elevada inflación, lo que ha contribuido también al clima de confontación tanto a nivel industrial como en compañías de servicios con menor tradición y en el sector público. Las cifras del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) confirman esa etiqueta de año conflictivo en lo laboral, entre otras cosas por el parón en este terreno durante la pandemia. Las largas negociaciones del Metal en Bizkaia y Álava, que finalmente desembocaron en acuerdo, aportan cifras muy abultadas y concentran la gran mayoría de los trabajadores que secundaron una huelga hasta octubre del pasado año.

El metal alavés, cerrado tras el verano, tuvo además un efecto bisagra ya que, con una cláusula de garantía de IPC al término del convenio (2025), hizo ver que era posible conciliar intereses de empresarios y trabajadores pese a la desbocada inflación. Costó más de lo esperado pero finalmente en estos primeros compases de 2023 llegó el acuerdo en la industria de Bizkaia mientras Gipuzkoa abre ahora la mesa negociadora (la última ronda de negociaciones acabó con acuerdo rápido sin movilizaciones).

LAB ha valorado positivamente el acuerdo del Metal de Bizkaia / LAB

LAB ha valorado positivamente el acuerdo del Metal de Bizkaia / LAB

Fin de año 'caliente' en el sector público

En ese cóctel que explica el aumento de las huelgas el año pasado juega un papel clave el salario, como ocurrió en Mercedes Vitoria, pero no siempre este es el factor que hace estallar el conflicto. Sin ir más lejos la plantilla de Kutxabank está llamada a parar este viernes pese al incremento propuesto de más del 5%, al entender que hay un aumento de la presión laboral y falta de personal.

Algo similar a las jornadas de protesta que suelen convocarse en ámbitos del sector público como la educación o la sanidad. En el primer caso hubo un par de días de paro en las últimas semanas del pasado año que contribuirán a engordar también la estadística de huelgas por el alto volumen de trabajadores, mientras Osakidetza sigue siendo un polvorín con protestas recurrentes de casi todos los colectivos.

Concentración en el Boulevard donostiarra durante la primera jornada de huelga en Ibermática / Javier Etxezarreta (EFE)

Concentración en el Boulevard donostiarra durante la primera jornada de huelga en Ibermática / Javier Etxezarreta (EFE)

Por territorios el grueso de los huelguistas se concentró en Bizkaia y Álava, lógicamente, mientras que el incremento del número de jornadas no trabajadas, casi 200.000, creció bastante menos (un 47% más). Es decir, entra un número de trabajadores a la dinámica de la conflictividad mucho mayor que en 2021 pero con una continuidad menor en el tiempo.

A todo esto hay que sumar el arranque de conflictos por el convenio en empresas de gran tamaño como Ibermática, que celebró su primera jornada de huelga en noviembre y, por tanto, aun no está recogida en el informe del CRL.