El lehendakari, Iñigo Urkullu, durante la grabación de su último mensaje navideño.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, durante la grabación de su último mensaje navideño. Efe

Opinión EL APUNTE DEL DIRECTOR

Menú de Año Nuevo: del soso mensaje de Urkullu al empacho de Bildu

2 enero, 2024 05:00

Año Nuevo termina siempre como Nochevieja: comiendo mucho. Y en esta ocasión hemos empezado este 2024 tan electoral con un menú variado en la política vasca: del soso mensaje navideño del lehendakari, Iñigo Urkullu, a la amarga relación que viven Podemos y Sumar pasando por el momento dulce de EH Bildu. 

Decimos que el discurso de Urkullu fue soso porque le faltaron la sal y la pimienta de la crítica o los mensajes envenenados a enemigos y adversarios. Al contrario de los ataques a sindicatos y oposición a los que últimamente nos tenía acostumbrados, el lehendakari se dedicó a despedirse presumiendo de su gestión, "basada en el rigor", como balance de sus más de diez años en Ajuria Enea.

Urkullu habló de los buenos datos del paro, de los avances en autogobierno o de la cohesión social pasando por el final definitivo de ETA. No puede negarse que muchos de esos logros son reales como la vida misma -negarlo sería ir contra la realidad-, aunque a los partidos de la oposición, casi por pura lógica, se les atragantó la cosa

Claro que, por seguir con los sabores en estos días de atracones, la amargura abunda en el espacio político a la izquierda del PSE. La ruptura de Podemos y Sumar en Galicia multiplica las dudas sobre el posible entendimiento que los líderes de ambas formaciones dibujan en Euskadi cada vez que se les pregunta al respecto.

Las perspectivas de acuerdo son cada vez más negras a pocos meses de las decisivas elecciones autonómicas de este 2024 recién iniciado. La paradoja es que en uno y otro lado consideran que ir por separado en las elecciones vascas sería casi un suicidio, pero las malas relaciones de las direcciones en Madrid, el ejemplo de Galicia y la cercanía de las elecciones europeas, donde Podemos y Sumar también irán por separado, apuntan a posible ruptura... 

El momento dulce, por tanto, es para EH Bildu. Sin hacer nada del otro mundo, a la coalición abertzale se le alinean los astros en el camino a los comicios. Parece que todo les va de cara en este inicio de año.  

La moción de censura de Pamplona acordada con el PSN supone un paso histórico para ellos y alimenta sus esperanzas de un pacto con el PSE en Euskadi. Los jóvenes abertzales de GKS, tan críticos con Arnaldo Otegi y compañía, han montado un partido que podría tener opciones en las urnas, pero dicen que no concurrirán este año. Y es obvio que la pelea de Podemos y Sumar dispara las expectativas de los soberanistas.  

En todo caso, en Bildu tampoco deberían atiborrarse de éxito antes de tiempo porque en la política, como en las comidas de Año Nuevo de las mejores familias, engañan las apariencias. El cuñado te empuja a seguir engullendo polvorones. Y luego llega el empacho.