Urkullu se despide con un balance triunfalista entre críticas de la oposición

Se cierra el que ha sido el último año completo con Iñigo Urkullu como máximo responsable del Gobierno vasco, cargo en el que completará una década larga. A pocas horas de terminar 2023 el mandatario jeltzale lanzó su último discurso de fin año, un mensaje con muchas referencias positivas hacia su gestión y su impacto sobre la sociedad vasca y poca autocrítica, sin mención por ejemplo a la situación de Osakidetza.

"Este no es un mensaje más para mí", comenzó señalando el lehendakari en la apertura de su discurso, en cierta forma una primera aproximación hacia la campaña electoral que precederá a las elecciones autonómicas. Urkullu quiso trasladar a los hogares vascos, en su última nochevieja y al repasar sus once años en Ajuria Enea, esa imagen de gestor sobrio y pragmático que tanto ha exprimido su partido: Una gestión al frente del Ejecutivo vasco "basada en el rigor, en la seriedad, en la máxima responsabilidad". "Sin castillos en el aire, siempre con los pies en el suelo".

No hay que olvidar que el lehendakari ha tenido que convivir estos años, más allá de con la crítica política, con una fuerte oposición sindical encabezada por ELA, organización a la que desde Sabin Etxea se ha retado públicamente a concurrir a las urnas. De alguna forma es la manera velada de Urkullu de responder a sus críticos: realismo ante quienes piden 'lo imposible'.

Urkullu en su último mensaje de fin de año

Y en ese sentido avanzó el lehendakari que 2024 será un año "con recursos" en la hucha para ampliar el gasto en los principales servicios públicos (salud, educación, vivienda...), los servicios sociales y "afianzar el desarrollo económico". La economía fue, precisamente, el primer asidero del discurso, en concreto la buena tendencia que ha seguido el desempleo en los últimos años.

Como remarcó el aun máximo mandatario de Lakua el paro ha pasado en sus años en Ajuria Enea del 16 al 8% con un crecimiento sostenido del número de trabajadores. En gran medida ese es el motivo por el que Urkullu podrá dejar Lehendakaritza, salvo descalabro, con las haciendas en un momento dulce y las arcas públicas vascas hasta arriba.

Javier De Andrés, presidente del PP vasco

"El balance no es bueno"

Tras el mensaje oficial emitido al mediodía tanto PP como EH Bildu y Podemos Euskadi apuntaron a la falta de autocrítica de Urkullu. Desde la formación morada, Pilar Garrido criticaba que "sus políticas han ido dejando a Euskadi cada vez más atrás, a más gente atrás" y señalaba precisamente a Osakidetza, que está "peor que nunca", así como a las dificultades de acceso a la vivienda.

El líder del PP vasco, Javier De Andrés, criticaba que el balance de estas tres legislaturas "no es bueno". "No se ha gestionado bien", señalaba el popular, y advertía de que ha habido incluso "un declive" a nivel económico ("hemos pasado de ser la comunidad con menos paro a ser la cuarta") así como un deterioro de los servicios públicos.

La portavoz de EH Bildu, Nerea Kortajarena / Legebiltzarra

Asimismo, EH Bildu acusó al lehendakari de "autocomplaciente". La portavoz de la coalición soberanista en el Parlamento Vasco, Nerea Kortajarena, dijo que es "el momento de ofrecer nuevas respuestas, liderazgos y mayorías" y apuntó que el mandato muestra "signos de agotamiento". "Ha sido una década llena de claroscuros", dijo Kortajarena, que enumeró entre los borrones bajo la gestión jeltzale también Osakidetza o el precio de la vivienda.

Desde el PSE, socio de gobierno del PNV, Eneko Andueza indicó a raíz del discurso de Urkullu que en 2024 "no se acaba la tarea", sino que se está "en la frontera de muchos cambios" a los que hay que responder "de forma positiva". Y Andueza señaló que los socialistas están "dispuestos a colaborar" y "liderar el país" para responder a esos retos.