La deflactación del IRPF y las exigencias de Urkullu por los traspasos tensionan a PNV y PSE
El debate sobre la deflactación del IRPF en el seno del Gobierno vasco y las exigencias sobre las transferencias pendientes dificultan la relación de los socios
18 octubre, 2022 05:00"No son los mejores días de la coalición, hay una tensión evidente por varios temas, pero tampoco estamos como para romper, son encontronazos hasta cierto punto lógicos y ha habido momentos peores". Así expresa a 'Crónica Vasca' un cargo de los dos partidos del Gobierno vasco, PNV y PSE, cómo está el vínculo entre ambos. Vínculo que cada vez aparece más tenso ante la opinión pública por cuestiones como el debate sobre la deflactación del IRPF o la forma en que debe desarrollarse el traspaso de las competencias pendientes.
Los dardos entre los socios por diferentes cuestiones son casi constantes. Este lunes, sin ir más lejos, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, exigía más celeridad al Gobierno central en las obras del Tren de Alta Velocidad (TAV). Una exigencia que es cosa menor, en todo caso, frente a la palmaria controversia por la deflactación del pasado fin de semana. O a los constantes dimes y diretes por los traspasos de competencias.
Las diferentes fuentes consultadas por este diario admiten que ha habido roces, aunque señalan que se producen más entre los partidos que dentro del Ejecutivo que preside Iñigo Urkullu. Asimismo, coinciden en que no hay peligro de que los amigos se conviertan en enemigos. Recuerdan que, amén de la relación en el Gobierno, PNV y PSE son socios en casi todas las instituciones vascas. Y consideran que, por encima de desavenencias puntuales, su pacto sigue siendo sólido.
Enfrían pero no ocultan
"En lo importante, en la gestión y el funcionamiento del día a día, no hay fisuras". "Es normal que haya choques porque somos socios pero no tenemos que estar de acuerdo en todo". "Son diferencias de matices, como con la deflactación, que nosotros, en el PSE, no estamos en contra, pero nos parece insuficiente y creemos que tiene que ir acompañada de más medidas". Son frases de unos y otros que maquillan o enfrían la tensión citada, pero que tampoco pueden ocultarla.
Por ejemplo, a muchos en el PSE no les gustó nada la propuesta del lehendakari en el Debate de Política General para la creación de una comisión especial "permanente" que acelere el traspaso de competencias. Una propuesta que rápidamente fue rechazada por Eneko Andueza, secretario general de los socialistas vascos, y por el delegado del Gobierno, Denis Itxaso. El primero anunció que el Gobierno ya trabajaba en "una nueva fase de negociaciones" y el segundo recordó que la relación entre ejecutivos "ya es permanente".
No es un secreto que para Andueza y los suyos el PNV escenifica demasiado su enfado con el tema de las competencias. Al igual que tampoco es nuevo que en el PNV consideran que el líder del PSE en demasiadas ocasiones fuerza los discursos para desmarcarse de ellos. Ambas quejas se elevaron entre los socios con motivo del reciente Alderdi Eguna, cuando Andueza fue duro contra los peneuvistas y cuando Andoni Ortuzar lanzó su mensaje a Pedro Sánchez de que "nosotros no somos de Sánchez ni de Feijóo".
El tema de las competencias tiene que ver más con los tiempos y las estrategias. El asunto de la deflactación, en cambio, sí tiene un cariz más ideológico y que, por tanto, apunta a contradicciones entre los socios. "Nada que no haya pasado con otros temas, como con la reforma laboral, cuando las cosas sí estuvieron complicadas".
Por último, algunas fuentes señalan que el principal motivo de que haya estos choques es que en ocho meses se celebran las elecciones municipales y forales. Y toca, por ello, marcar distancias para diferenciarse ante los votantes.