Imanol Pradales este sábado en Gernika tras jurar su cargo y recibir la 'makila' de lehendakari.

Imanol Pradales este sábado en Gernika tras jurar su cargo y recibir la 'makila' de lehendakari. Efe

Política

El lehendakari Pradales inicia una nueva era de la política vasca

El nuevo presidente del Gobierno vasco pasa página de la etapa de Urkullu con un gobierno más grande y plagado de expertos 

23 junio, 2024 05:00

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Cuando terminaron los fastos de la toma de posesión del nuevo lehendakari, Imanol Pradales, pudo verse en un rincón de la Casa de Juntas de Gernika una estampa curiosa por inesperada. Sus dos predecesores, Iñigo Urkullu y Patxi López, conversaban alegremente con una complicidad desconocida hasta ahora. 

No consta si los dos anteriores lehendakaris comentaban algo sobre qué se puede hacer tras salir del Palacio de Ajuria Enea. El socialista ha demostrado que una opción es seguir en la primera línea política. Aunque no parece, ni de lejos, que Urkullu vaya a imitarle en ese comportamiento. 

Esa es una de las muchas anécdotas que pudieron verse en el acto tan solemne como protocolario que se celebró este pasado sábado en Gernika. También asombró ver a Pello Otxandiano y su compañero de filas Mikel Otero conversando con alborozo con Juan José Ibarretxe, lehendakari jeltzale al que el candidato de Bildu defendió por sorpresa en la sesión de investidura. 

Asimismo, una de las fotos de la jornada fue ver juntos a los citados López e Ibarretxe junto a Carlos Garaikoetxea. La salud tambaleante de este último provocaba entre los periodistas (y acaso también entre los políticos) el recuerdo del otro lehendakari de la democracia, José Antonio Ardanza, único ausente por su reciente fallecimiento.

El futuro  

Claro que todos esos nombres representan el pasado en Euskadi. Pradales, con sus ocho apellidos castellanos y su euskera perfecto, encarna el futuro de la política vasca. Con su jura bajo el árbol de Gernika y su discurso de asunción del cargo -ese en el que, por cierto, eludió mencionar la "lealtad a la Corona"- empieza una nueva era en tierras vascas. 

Empieza entre otras cosas porque Pradales, a sus 49 años, representa en sí mismo un cambio generacional. Las pocas canas de la gran mayoría de elegidos para su nuevo Gobierno también son evidentes. No por casualidad el equipo de Pradales rebaja en dos años la media de edad que tenía el gabinete de Urkullu. De 55 a 53.

Aumenta significativamente, eso sí, el número de consejerías. Porque el Ejecutivo de Pradales será el más grande de la democracia, con quince consejeros que contrastan con los once que tenía el último de Urkullu y más aún con los ocho que tuvo el primero de sus gobiernos

El nuevo lehendakari sólo cuenta con tres consejeros que estaban en el anterior Gobierno. Apuesta hasta por otra nomenclatura en los departamentos. Y, lo que es más importante, cambia el estilo de los consejeros. Ya dijo en la investidura que contaría con un equipo "profesional". Más en concreto, apuntó que contaría con personas con una "acreditada competencia política y profesional" que "aparcan temporalmente sus carreras" para tomar decisiones "valientes" y "poner su conocimiento y su experiencia al servicio de Euskadi". 

Dicho y hecho. Porque el nuevo Gabinete, cuyos miembros jurarán sus cargos el próximo martes en el Palacio de Ajuria Enea, está plagado de expertos e independientes. Tecnócratas o técnicos, tanto monta, de la industria, la banca, la medicina o la universidad (ojo a Deusto como 'cantera' de este Gabinete) que entran en política para aportar su ayuda. 

Distinto, más emotivo

Pradales demuestra con todos los ejemplos citados que llega con una forma de hacer las cosas distinta a la del hombre al que sucede, por más que algunos se empeñen en señalar sus parecidos y en recordar la anécdota de que uno fuera profesor del otro en la ikastola. El lehendakari se estrena con maneras diferentes, sí, aunque por supuesto todavía está por ver si serán mejores o peores. 

¿Será casualidad que el pasado jueves, en el pleno de investidura, anunciase una "política con sensibilidad emocional" o será que quiere distanciarse de la conocida templanza de su predecesor? Por lo pronto, este sábado en Gernika se mostró muy emocionado en varios momentos.  

Aunque doce años de mandato provocan una sombra muy alargada, parece que Pradales intenta, con o sin intención directa, pasar página de la larga etapa de Urkullu. Se les comparará mucho. Es inevitable. Pero lo único seguro es que Euskadi se ha adentrado en una nueva etapa política. La era Pradales ha empezado.