No es Jurassic Park pero está en Euskadi: así es el espectacular paisaje reconocido por la UNESCO
Este enclave, que parece salido de una película, se encuentra en un territorio donde las montañas verdes descienden hasta encontrarse con el azul profundo del mar Cantábrico
6 septiembre, 2024 13:00Si eres un amante de la naturaleza, los paisajes impresionantes y las experiencias al aire libre, el norte de España esconde uno de los rincones más espectaculares que puedas imaginar. Un lugar donde la combinación de montañas, playas, y ecosistemas únicos te hacen sentir en una especie de parque jurásico, pero sin dinosaurios, por supuesto. Aquí, la naturaleza ha tallado uno de los espacios más icónicos de la costa vasca, que atrae a viajeros de todo el mundo por su belleza y diversidad biológica.
Este enclave, que parece salido de una película, se encuentra en un territorio donde las montañas verdes descienden hasta encontrarse con el azul profundo del mar Cantábrico. Aquí, las aves sobrevuelan majestuosos humedales, y las olas crean paisajes que solo la naturaleza podría diseñar. La biodiversidad es tal que este paraíso ha sido considerado una joya de la conservación en Europa, lo que lo convierte en un destino obligado para quienes buscan una conexión íntima con el entorno natural. Pero, no se trata solo de admirar su belleza; este espacio ofrece una riqueza biológica y cultural difícil de igualar.
Este lugar es ideal para quienes buscan aventura y calma al mismo tiempo. Con sus tranquilos senderos que serpentean entre montañas, playas y marismas, y sus impresionantes vistas panorámicas, no hay mejor lugar para desconectar del mundo y reconectar con la naturaleza. Sin embargo, si lo tuyo es la emoción, también puedes encontrar olas legendarias, conocidas por los surfistas de todo el mundo, quienes viajan hasta aquí para montar una de las mejores olas izquierdas de Europa. En este entorno salvaje y casi primigenio, no hay lugar para el aburrimiento.
El paisaje vasco que parece Jurassic Park
Se trata del estuario de Urdaibai, un área natural protegida que se extiende desde la desembocadura del río Oca hasta el mar Cantábrico. Este enclave es uno de los humedales más importantes de toda la península ibérica y, debido a su singularidad y estado de conservación, ha sido declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, según recoge Intelier. Aquí, el río Oca, que nace en el monte Oiz, se convierte en ría al llegar a la costa, creando un ecosistema único compuesto de marismas y arenales que albergan una diversidad biológica excepcional.
Urdaibai es conocido, sobre todo, por ser un paraíso para los amantes de las aves. Es uno de los lugares más importantes de España para la observación, catalogación y anillado de aves migratorias. Decenas de especies diferentes encuentran refugio temporal o permanente en sus marismas, lo que hace que sea un destino imperdible para los ornitólogos y aficionados a la fauna. Aquí, podrás ver desde garzas y cormoranes, hasta aves rapaces que surcan el cielo en busca de presas. Además, este espacio natural cuenta con rutas bien señalizadas para el avistamiento de aves, lo que lo convierte en una experiencia inolvidable para cualquier amante de la naturaleza.
Pero Urdaibai no es solo un destino para los observadores de aves. Los aficionados al surf también tienen motivos para visitar este paraíso natural, ya que la famosa ola izquierda de Mundaka, considerada una de las mejores de Europa, se forma precisamente en la desembocadura del río Oca. Año tras año, surfistas de todo el mundo acuden a esta pequeña localidad vizcaína para desafiar esta ola que puede llegar a alcanzar una longitud de hasta 400 metros. Aunque esta ola puede ser todo un reto para los surfistas experimentados, la belleza de su entorno la convierte en un espectáculo digno de ver, tanto si decides surfear como si prefieres disfrutar desde la orilla.
En definitiva, Urdaibai es un destino que no decepciona. Ya sea que te interese explorar sus tranquilos humedales, maravillarte con su fauna o enfrentarte a sus olas desafiantes, este lugar tiene algo que ofrecer para todos. Y si además consideramos que ha sido reconocido como Reserva de la Biosfera, no queda duda de que este rincón del País Vasco es un tesoro natural que merece ser explorado y preservado.