Mendia encuentra con Adegi el eslabón para impulsar la semana laboral de cuatro días
El departamento de Empleo del Gobierno vasco destinará 6,5 millones de euros en los próximos tres años para desarrollar un proyecto piloto de la mano de la Fundación Fabrika, el Centro para la Transición Cultural de las Organizaciones impulsado desde la asociación empresarial gipuzkoana
17 noviembre, 2023 05:00Noticias relacionadas
Tal y como avanzó la vicelehendakari y consejera de Empleo, Idoia Mendia, el pasado mes de marzo, Euskadi realizará su propio ensayo sobre la semana laboral de cuatro días. A pesar de que Confebask y SEA, la patronal alavesa, expresaron rápidamente su oposición alegando que se trata de una medida inviable para las empresas vacas, Mendia no cejó en su deseo de impulsar un experimento desde su propio departamento con empresas que se adscriban al mismo, de forma voluntaria, interesadas en probar esta experiencia adaptándola a sus necesidades, de modo que al finalizar el periodo de prueba establecido puedan evaluar sus resultados.
Así, en los Presupuestos del Departamento de Empleo del Gobierno vasco para el próximo año, la consejera reserva 6,5 millones de euros -2,5 de los cuales en 2024- para desarrollar un proyecto piloto que se prolongará durante los próximos tres años, el tiempo necesario para poder definir las bases que regirán la prueba, definir los indicadores que se analizarán, seleccionar los actores que formarán parte de la misma, implementar las medidas oportunas y analizar después la evolución económica de las empresas y la satisfacción de sus trabajadores.
Para ello, Mendia, que ya contaba con el apoyo de los sindicatos CCOO y UGT, presentes en la Mesa de Diálogo Social, ha encontrado ahora un aliado en ADEGI, la Asociación de Empresas de Gipuzkoa, quienes, a través de su fundación Fabrika, actuarán como eslabón necesario para poner en marcha este experimento en territorio vasco, que permitirá “ensayar la semana laboral de cuatro días sin reducción de salario y sin incremento de horas, estudiando sus efectos en productividad y conciliación", tal y como ha explicado la consejera de Empleo en la presentación de los presupuestos para el año que viene.
Si bien el debate de la semana laboral de cuatro días ha abierto una nueva brecha entre empresarios y representantes de los trabajadores, la consejera de Empleo cree que es necesario hacer un análisis que permita conocer los beneficios y los inconvenientes de la semana laboral de 32 horas y si es posible trasladarla al tejido empresarial, si es viable sólo en algunos sectores o sólo si se flexibiliza y personaliza a las características de cada empresa, bien trabajando sólo de lunes a jueves, o librando el lunes, o bien trabajando de lunes a viernes pero menos horas, reduciendo las horas presenciales y apostando por el teletrabajo… Las opciones son casi tan variadas como las empresas que participen. "La flexibilidad que ofrece hace muy atractivo este experimento, pero debemos analizar también sus riesgos para los derechos, ya que queremos que salgan beneficiadas las empresas y los trabajadores", subrayó Mendia cuando manifestó su interés en implantar esta medida.
No obstante, la reducción de la jornada laboral no será la única medida que será analizada en este laboratorio de innovación para la implementación de nuevas formas laborales, sino que se acompañará de la implantación del teletrabajo en las empresas que puedan aplicarlo en mayor o menor medida y también del fomento de la participación de los trabajadores en las decisiones de sus empresas.
Valoración de los sindicatos
Desde UGT y CCOO creen en la necesidad de abrir un debate sobre las condiciones laborales en la actualidad. “Es algo que ya se está haciendo desde el Gobierno central, con la reducción de la jornada a 38,5 horas semanales para 2024 y 37,5 para 2025”, una medida que, tal y como advierte Raúl Arza, secretario general de UGT Euskadi, “a pesar de que algunos empresarios se han llevado las manos a la cabeza, no afectará más que a 250.000 personas aproximadamente (el 40% de los asalariados vascos), ya que muchos convenios territoriales recogen una jornada inferior a las 37,5 horas semanales.
Incluso hay quienes están a punto de recuperar su jornada laboral de 35 horas semanales, como es el caso de los funcionarios, que vieron cómo se congelaban sus salarios y se aumentaba su tiempo de trabajo hasta las 37,5 horas semanales con la llegada de Rajoy en diciembre de 2011. A partir del 1 de enero de 2024 retomarán su antiguo horario.
No obstante, a pesar de estas diferencias entre sectores, tal y como destaca la secretaria general de CCOO Euskadi, Loli García, hay “margen” para reducir el tiempo de trabajo en mayor o menor medida y “favorecer, de esta forma, la conciliación de la vida profesional y personal”. Eso redundaría en el bienestar de los trabajadores y, por ende, podría contribuir a un descenso en el número de bajas laborales causadas por problemas musculoesqueléticos y psicosociales.
Resultados en Valencia
El de Euskadi no será el primer experimento de este tipo que se realiza en el mundo, tampoco en España, ya que recientemente conocíamos los resultados de la prueba piloto que se ha realizado en Valencia, si bien sus conclusiones se han extraído después de aplicar esta medida únicamente durante cuatro semanas comprendidas entre abril y mayo. En este periodo, el estudio encargado por el Ayuntamiento de Valencia ha demostrado que esta medida beneficia al turismo y la hostelería, pero perjudica a otros como la sanidad, dado que se produjo una sobresaturación en los servicios de urgencias médicas al cerrar los centros de atención primaria, y tampoco resultó positivo para el comercio, ya que registraron un descenso del 20% en sus ventas durante ese periodo. Y aunque supuso una mejora para la salud y el bienestar de los trabajadores el experimento no analizó el impacto en la productividad.
Al margen del ensayo realizado en la comunidad valenciana, que por su corta duración sus resultados no pueden servir de base para tomar una decisión con respecto a la implantación o no de las 32 horas semanales, la fundación Fabrika, el Centro para la Transición Cultural de las Organizaciones impulsado desde ADEGI, tratará de medir el impacto de estos cambios en las empresas que se adhieran a esta iniciativa, aún por determinar.
Hay que tener en cuenta, además, que la reducción de la jornada de trabajo, tal y como indica la secretaria general de CCOO Euskadi, “debe ir acompañada de nuevas contrataciones, lógicamente, ya que muchos sectores no pueden reducir su horario de atención al cliente”. Y con respecto al sobrecoste que puede generar para los empresarios, García lo ve claro: “Basta ya de que las grandes empresas se quejen mientras presentan unos resultados económicos de récord. No puede caer toda la responsabilidad en la espalda de los trabajadores, sino que las empresas también deben generar incentivos para los empleados porque, ya que hablan tanto de los problemas que tienen a la hora de encontrar trabajadores, esto podría servir como medida para atraer y retener el talento”, destaca.