Los concursos empresariales caen un 13% a la espera del otoño

Con procesos importantes como los de Matrici, Microdeco, URSSA o Panaderías Lemona en marcha y la salida de Bilboestiba como caso más recientes, los concursos de acreedores siguen a la orden del día. El fin de la moratoria concursal lleva meses manteniendo en alerta a los abogados concursales, pero el verano ha diluido todavía un poco la avalancha de empresas que se preveía inicialmente. Tanto es así que, según los datos de Informa D&B, una filial de Cesce, los procesos concursales marchan este año aún un 13% por debajo de 2021.

En lo que llevamos de año, según un informe elaborado por la firma de información comercial, los concursos empresariales acometidos en Euskadi son 190 frente a los 218 del año pasado: dos cifras muy distantes entre sí a la espera de que la vuelta del verano y la evolución del otoño. En estos próximos meses el equilibrio entre cartera de pedidos, deuda adquirida durante la pandemia y costes de producción puede romperse y dar lugar a una fuerte subida de los procesos concursales. "Muchos, si no cambia la cosa, tendremos que levantar la mano este otoño y decir 'Hasta aquí he llegado; no puedo más y no estoy bien'", señalaba este jueves un empresario vizcaíno consultado por este periódico. Esta misma preocupación también la recoge un informe de Orkestra que señala que, con el parón pandémico de por medio, una de cada cuatro empresas vascas ha dejado de ser rentable.

El dato concursal, positivo, queda algo diluido cuando se coge el de disoluciones: el descenso de concursos no está haciendo que la desaparición de empresas sea un fenómeno que haya dejado de darse. Según las cifras de Informa D&B, hasta este mes se han disuelto en Euskadi 1.078 sociedades, apenas 15 menos que en 2021 (-1,37%).

Por perfiles, la mitad de las firmas concursadas siguen siendo comercios (43) y constructoras (37). La mayoría de las sociedades son microempresas o pequeñas empresas, algunas de ellas no por ello faltas de relevancia como la conservera hondarribitarra Sofresal o la constructora santurtzitarra Portuplak.