Los dos gigantes de la automoción vasca rebajan sus previsiones ante la caída de pedidos

Los dos gigantes de la automoción vasca rebajan sus previsiones ante la caída de pedidos Threema

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Los dos gigantes de la automoción vasca rebajan sus previsiones ante la caída de pedidos

Las plantillas de Michelin y Mercedes esperan el próximo año con incertidumbre y con la esperanza de que los planes productivos para 2026 no supongan la pérdida de empleo

Michelin Vitoria se agarra a la rueda gigante para evitar ajustes laborales

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Noviembre es un mes marcado en el calendario para muchas empresas vascas, que teniendo en cuenta el curso del año hasta la fecha esbozan las perspectivas de cara al próximo año.

Dos de ellas han sido las plantas vascas de Mercedes y Michelin, que en este caso han presentado perspectivas a la baja basándose en los datos que ambas han registrado en los primeros nueve meses del año. Según los últimos datos del Eustat, el comercio exterior de las sedes vascas de ambas compañías han experimentado una caída superior al 50% interanual.

En cuanto al fabricante de coches alemán se refiere, la exportación de turismos de menos de 10 personas en Euskadi descendió en septiembre con respecto a 2024 un 50,5%, pasando de los 329.064.000 euros alcanzados en septiembre de 2024 a los 163.033 euros alcanzados este 2025.

A esta caída se le suma la del transporte para mercancías, que también registró un descenso considerable -del 48,8%- pasando de los 140.770.000 euros en septiembre de 2024 a los 72.022.000 euros alcanzados el pasado mes de septiembre.

La fábrica vasca del fabricante de neumáticos francés, por su parte, registró el noveno mes de este año una caída de más del 65%.

Imanol Pradales, en su última visita a Michelin Vitoria

Imanol Pradales, en su última visita a Michelin Vitoria Irekia

Forzados a reducir previsiones

Una cifras que no sorprenden viendo la dinámica negativa que en general el sector de la automoción ha adoptado en los últimos años, especialmente tocado por la crisis industrial europea y el crecimiento de la competencia asiática.

Con estos datos, ambas plantas -dos de las más grandes de Euskadi- han dibujado la que será la hoja de ruta de cara al próximo año.

La más significativa es la de Michelin que, a pesar de que durante este 2025 estaba previsto "que recibiese parte del trabajo de la producción de la fábrica de Vannes, situada al oeste de Francia", especializada en el refuerzo metálico para neumáticos de camiones y cerrada este mismo año; este refuerzo de trabajo no ha conseguido paliar la caída, señalan fuentes sindicales, de los pedidos de neumáticos para turismo. 

Un descenso que ha provocado que en 2026, la dirección de la planta vasca de Michelin cierre una línea de producción de ruedas para coches, lo que, avisan desde el comité, "supone una reducción de la capacidad de producción del 16%". Una decisión criticada por la plantilla que teme que esto en un futuro se traduzca en la pérdida de empleos, algo que de momento la dirección está evitando con traslados a otras secciones que muestran mejor comportamiento, como la de rueda gigante. 

La situación en la planta de Mercedes Vitoria es similar, si bien esta lleva siendo compleja -a diferencia de Michelin que hasta este año había sorteado la crisis- desde hace un par de años. Las previsiones que se manejan para 2026 son poco más de 132.000 furgonetas, de las que un 8,33% serán las nuevas furgonetas eléctricas VAN.EA.

Bernd Krottmayer, director de Mercedes-Benz Vitoria

Bernd Krottmayer, director de Mercedes-Benz Vitoria BAM

Una cifra que si bien supone unos 14.000 vehículos más que los que se van a fabricar este año -unas 118.000 furgonetas en todo 2025- continúa siendo baja. Y es que inicialmente estaba previsto que de la fábrica saliesen 124.000 vehículos este año, finalmente, de la planta que dirige Krottmayer saldrán este año 118.380 furgonetas, uno de los datos más bajos registrados por esta, que además se ha ido rebajando exponencialmente con el paso de los meses ante la debilidad del sector de la automoción y la incertidumbre hacia nuevos modelos. 

Cabe recordar que si bien la dirección de la planta vasca del fabricante de coches alemán no ha anunciado medidas laborales para ajustarse a la caída de pedidos que está sufriendo; actualmente se trabaja en la fábrica a dos turnos de nueve horas, decisión que fue tomada hace en torno a un año precisamente para ajustar ya en su día la producción al nivel de demanda y que ha sido duramente criticada por la parte social.