La norma impulsada por la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, para resolver la interinidad de la Función Pública es el mejor ejemplo de cómo arreglar un problema generando uno más grande. Miles de trabajadores que llevan concatenando contratos temporales en la Administración por deficiencias en la gestión de personal, pasarán a formar parte de la función pública sin realizar una oposición. Un movimiento que va a generar un aumento de costes importante y una consolidación del problema a las puertas del arranque de múltiples convocatorias de OPE que ya se han anunciado. El Ejecutivo vasco ha anunciado que tiene que estudiar con detenimiento la norma, pero ya advierte de que pueden ser "miles" los trabajadores que pasen a engrosar de forma permanente los gastos del capítulo uno.