Así son las termas que llevan más años en activo: se usaban en el Imperio romano y son ideales para una escapada

La huella de la era romana en España es profunda y diversa, abarcando desde imponentes acueductos hasta calzadas que conectaban las principales ciudades del Imperio.

Una de las más destacadas contribuciones de esta civilización en la península fueron sus termas, que no solo se utilizaban como lugares de higiene, sino también como espacios sociales y terapéuticos.

Estas instalaciones solían contar con varias piscinas de distintas temperaturas, saunas y áreas de masaje, lo que las convertía en verdaderos complejos de bienestar. Algunas termas se conservan mejor que otras, y en España, todavía es posible sumergirse en esta experiencia única, como en las termas romanas de Bande.

Las termas romanas cercanas a Euskadi

Para quienes residen en el País Vasco y desean vivir de cerca esta experiencia termal, Galicia es el destino ideal. Concretamente en Bande, en la provincia de Ourense, se encuentran unas de las termas romanas más antiguas y peculiares de España.

Lo curioso de este lugar es que las termas permanecen ocultas bajo el agua durante la época de lluvias. Solo cuando baja el nivel del embalse de As Conchas, que retiene el río Limia, las termas quedan al descubierto y es posible disfrutarlas. Esta particularidad convierte a las termas de Bande en un lugar mágico, ya que no solo ofrecen el legado histórico romano, sino también un paisaje natural único.

Según lo documenta 'Galicia Máxica', las aguas de estas termas brotan a un caudal de 14 litros por segundo y se mantienen a una temperatura entre 36 y 48 grados, lo que las convierte en un refugio cálido incluso en los meses más fríos del año.

Termas romanas de Bande / TripAdvisor

Estas aguas son reconocidas por sus propiedades medicinales, siendo especialmente beneficiosas para el tratamiento del reuma, la artritis, problemas de piel, enfermedades hepáticas, del aparato digestivo y de las vías respiratorias. 

Las termas de Bande han sido, desde hace años, un destino muy frecuentado por los habitantes locales. Su acceso gratuito y disponibilidad las 24 horas las hace especialmente atractivas.

Sin embargo, en tiempos recientes, han ganado notoriedad fuera de Galicia, gracias a las producciones cinematográficas que se han rodado en el lugar, como las series El desorden que dejas y Que mi voz suba los montes, según recoge 'Turismo Ourense'.

Origen de las termas romanas

El origen de las termas de Bande se remonta a la época en que los romanos construyeron la Vía XVIII, una importante calzada que conectaba Braga y Astorga. En ese momento, era crucial establecer campamentos militares estratégicos, y el hallazgo de estas aguas termales hizo que el lugar fuera ideal tanto para fines militares como civiles. Para los romanos, el uso de estas aguas tenía un valor no solo lúdico, sino también terapéutico, lo que aumentaba su importancia para la población asentada en la zona.

Vía romana Braga y Astorga / Wikipedia

Tal y como recoge 'Turismo Ourense', fue en 1985 cuando se recuperaron las dos primeras bañeras de estas antiguas termas romanas. Los arqueólogos se guiaron por las burbujas que surgían del fondo del agua, indicio del calor termal que se mezclaba con las frías aguas del embalse. Este descubrimiento fue un hito, ya que desde que la empresa hidroeléctrica Fenosa inundara el valle del Limia en 1948, con la construcción del embalse de As Conchas, las termas habían quedado sumergidas en el olvido, junto con lo que alguna vez fue una casa de baños romana.

Desde los tiempos de la Roma imperial hasta la inauguración del embalse en 1949, las termas de Bande fueron aprovechadas como instalaciones balnearias. Hoy en día, aún se conservan los cimientos de los edificios que formaban parte de este complejo, lo que permite a los visitantes imaginar cómo debió ser la vida en este espacio durante su apogeo romano.

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