Manifestación por el último convenio del Metal de Álava / Europa Press

Manifestación por el último convenio del Metal de Álava / Europa Press

Empresas

El Metal vuelve a escena: Álava y Bizkaia negociarán en enero un nuevo convenio en la industria

Este año termina el plazo de los últimos acuerdos en ambos territorios, mientras que Gipuzkoa tiene asegurada la paz social también en 2026

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Han pasado ya más de dos años desde que la industria vasca renovó, casi los tres de un golpe, sus tres convenios provinciales. En Álava y Bizkaia los acuerdos llegaron tras varios días de huelga mientras que en Gipuzkoa no hubo conflicto en esta ocasión.

El convenio guipuzcoano del sector se firmó entre Adegi y ELA y UGT en la primavera de 2023 y con un plazo hasta el final de 2026, con lo que la próxima negociación queda algo más lejana en el tiempo.

En cambio, quedan pocos meses para que concluya el periodo de vigencia ordinaria de los metales de Bizkaia y Álava, lo hará este próximo 31 de diciembre, y eso supone que está en riesgo esta calma relativa que viven las relaciones laborales en Euskadi desde hace un par de años.

Trabajador del Metal

Trabajador del Metal EFE

70.000 trabajadores

Los convenios del metal son los que mayor número de trabajadores protegen en cada provincia, en la mesa de negociación tienen presencia los cuatro grandes sindicatos vascos, agrupan empresas de cierto tamaño y, por todo ello, son los más susceptibles de propiciar largos conflictos laborales.

La última ronda de negociaciones fue en 2022, en pleno pico inflacionario posterior a la pandemia, lo que complicó el contexto hasta que se dio con una fórmula de acuerdo en torno al IPC. Primero fue el sector alavés el que logró el acuerdo, con un fuerte incremento salarial el primer año y subidas fijas hasta 2025, incluyendo eso sí una cláusula de revisión en función de la evolución final de los precios.

Trabajadores del Metal en una manifestación

Trabajadores del Metal en una manifestación EFE

El sistema contribuyó a desatascar el conflicto en Bizkaia, que cerró un acuerdo a comienzos de 2023 después de casi una docena de jornadas de huelga. Como sucedió en 2019, el conflicto laboral alumbró imágenes de enfrentamiento y tensión en ciertas empresas.

Derivados de la huelga de 2019, en aquellos años algunos sindicalistas enfrentaron incluso procesos judiciales por supuestos delitos de coacciones, desórdenes públicos y desobediencia.

Habrá que ver cómo arrancan estas nuevas negociaciones, que comenzarán en Álava y Bizkaia en enero del año que viene, y si hay avances rápidos que eviten las huelgas. Ambos convenios suman unos 70.000 trabajadores, 50.000 el vizcaíno y 20.000 el alavés.

La parte positiva es que los precios suben a un ritmo más normalizado, en torno al 3% anual, lo que facilita la conciliación en el apartado salarial, aunque hay que abordar otros aspectos delicados como la jornada, la contratación o el absentismo.