Las extrañas estrategias de PNV y Bildu

Extrañas estrategias electorales de los principales partidos vascos. En el contexto de esta larga precampaña de las elecciones autonómicas que vivimos, PNV y Bildu nos han sorprendido sobremanera esta semana.

Primero le tocó al PNV, últimamente entregado a las sorpresas. El propio lehendakari, Iñigo Urkullu, anunciaba la hibernación de un par de años del Guggenheim de Urdaibai, que es el proyecto estrella del partido en su territorio predilecto, Bizkaia. Hablamos de una infraestructura que lleva quince años en marcha y que ha tenido mucha oposición vecinal, ecologista y de algunos partidos como Podemos, sí, pero que los peneuvistas siempre han defendido.

Poco después de las palabras del lehendakari varios dirigentes del PNV como Itxaso Atutxa, líder del partido en Bizkaia, nos decía que el nuevo Guggenheim sigue adelante y que no hay dudas porque se trata de algo así como una moratoria técnica. Incluso después la propia Diputación de Bizkaia se alineaba con el partido y lanzaba una sonora crítica velada a Urkullu...

Tampoco ha estado precisamene fino el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, que nos anunciaba en una entrevista su propuesta para que gobierne Euskadi la lista más votada y que la segunda fuerza le permita gobernar. Se trata de una estrategia bastante simple y ventajista, en primer lugar porque está claro que Bildu tiene más difícil pactar con otros partidos para gobernar y también porque la idea llega cuando encuestas como las de Crónica Vasca dan la victoria a los abertzales. Además, la propuesta incluía la sugerencia de que Bildu podría apoyar un gobierno del PNV.

En Bildu repiten desde hace años que el modelo de gobernanza peneuvista está agotado y representa el pasado... y ahora Otxandiano propone gobernar junto a ellos. Es una propuesta que imagino destinada a llenar páginas de periódicos o a vender una burra que nadie va a comprar

Esto último es muy llamativo, si tenemos en cuenta que la coalición abertzale se presenta como gran alternativa a los jeltzales merced a una oposición feroz en la que critica todo lo que hace y dice el PNV. En Bildu repiten desde hace años que el modelo de gobernanza peneuvista está agotado y representa el pasado... y ahora Otxandiano propone gobernar junto a ellos. Es una propuesta que imagino destinada a llenar páginas de periódicos o a vender una burra que nadie va a comprar.

No hace falta recordar que Bildu ha llegado a acuerdos allá donde ha podido para lograr el poder sin que gobierne la lista más votada -léase el Ayuntamiento de Pamplona, leáse la investidura de Pedro Sánchez-. Además, cabe señalar, aunque sea de primero de política, que las elecciones vascas son parlamentarias y no presidencialistas: es decir que se elige a un Parlamento y no a un presidente.

El propio PNV, al igual que la mayoría de la sociedad vasca, recibía esta propuesta entre la estupefacción y el escepticismo, claro. Serán los nervios o será la tensión de estas elecciones que, como decíamos la semana pasada, necesitan más propuestas para los ciudadanos y menos hablar de vetos y de pactos...

Un par de aciertos

Sí acertó Bildu con su decisión de respaldar los Presupuestos de Vitoria, porque es ahí, en su giro al centro y la institucionalidad, colocándose la pátina de partido responsable que pacta por el bien de los ciudadanos, donde los abertzales están creciendo desde hace un par de años. 

Por otro lado, el PNV parece salir de su letargo con la presentación este sábado de su ya candidato oficial, Imanol Pradales, que no por casualidad fijó mejorar Osakidetza y el empleo como prioridades (aunque no dijó cómo va a lograrlas, claro). Mediante este mensaje social los peneuvistas inician un evidente contrataque frente a la pujanza de Bildu que le ha ido recortando terreno y que, repito, según encuestas como la nuestra ahora mismo ganaría en escaños frente a una victoria en votos del PNV...

En suma, más allá de los sondeos, mucho tienen que mejorar sus estrategias los candidatos de PNV y Bildu antes de las elecciones. Por ahora, han optado por propuestas sorprendentes, contradictorias o incompletas que nos han dejado bastante fríos.