Iñigo Urkullu en un acto reciente sobre las mujeres en la Ertzaintza.

Iñigo Urkullu en un acto reciente sobre las mujeres en la Ertzaintza. Irekia

Política

Los sindicatos retan a Urkullu con la primera huelga de funcionarios

25 octubre, 2023 05:00

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La primera gran huelga de funcionarios en Euskadi ya está aquí. Con el gran paro de este miércoles los sindicatos, lejos de amilanarse, redoblan su reto al Gobierno presidido por Iñigo Urkullu, quien lleva semanas señalando a ELA, LAB y a EH Bildu como responsables de agitar las calles con una imagen irreal de la comunidad

Hasta 150.000 funcionarios están llamados a la huelga. Una movilización más que relevante que supondrá no pocos quebraderos de cabeza para los ciudadanos y que llega tras los desencuentros entre el Ejecutivo y los principales sindicatos, incapaces ambos de llegar a algún tipo de acuerdo que frenase las protestas. 

El lehendakari, Iñigo Urkullu, en un acto reciente sobre las mujeres en la Ertzaintza.

El lehendakari, Iñigo Urkullu, en un acto reciente sobre las mujeres en la Ertzaintza. Irekia

El reto es mayúsculo para el Gobierno vasco. Urkullu y la mayoría de sus consejeros, sobre todo los del PNV, han optado por un discurso duro contra quienes convocan la huelga, a los que acusan de "catastrofismo" y de hacer política a meses de las elecciones autonómicas. En cambio, desde los sindicatos insisten en que hay motivos, y de sobra, para parar y salir a la calle

En medio de ese clima de desentendimiento, el Ejecutivo espera y necesita que la huelga no sea multitudinaria. Obviamente, los sindicatos esperan exhibir todo el músculo posible. Para presionar al Gobierno autonómico. Para responder a Urkullu por sus palabras. Y para allanar el terreno para la siguiente huelga de funcionarios, prevista para el próximo 19 de diciembre.  

Habrá guerra de cifras sobre el seguimiento de esta huelga, como es tradición en toda huelga que se precie, pero más allá de las declaraciones públicas unos y otros sacarán sus conclusiones para afrontar lo que viene. Y lo que viene, si nadie lo remedia, son más jornadas de enfrentamiento y poco diálogo.