La lección catalana del procés para Euskadi

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La lección catalana del procés para Euskadi

Casi nadie en Euskadi, ni siquiera EH Bildu, está en la posición de reclamar de forma constante la independencia

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La Diada de este año ha sido un gran fracaso. Apenas 28.000 personas, según la Guardia Urbana, acudieron a la manifestación de Barcelona. Esto, como titulaban nuestros compañeros catalanes de 'Crónica Global', evidencia el final definitivo del procés.

Ese final debe ser tenido en cuenta como una lección importante aquí, en Euskadi, sobre todo ahora, cuando los partidos nacionalistas quieren impulsar y negociar un nuevo estatuto, con nuevo estatus incluido, para nuestra comunidad.

La tensión social y los problemas que se vivieron en Cataluña durante prácticamente una década han acabado de forma abrupta. Y finalmente gobierna el socialista Salvador Illa mientras el nacionalismo está en la oposición.

No digo que eso sea asimilable a lo que pueda ocurrir en Euskadi, pero es verdad que esa apuesta se ha revelado completamente errónea para toda la sociedad y para los propios nacionalistas.

Eso hay que tenerlo en cuenta, como digo, porque todos los estudios, de todo tipo y condición, demuestran que en Euskadi sólo una minoría está trabajando ahora a favor de la independencia.

Salvo las juventudes de Bildu-Sortu, Ernai, y ese movimiento también joven pero más obrerista que es GKS, por cierto enfrentados entre ellos, que piden la independencia constantemente, la verdad es que en Euskadi nadie más está en esa posición.

Ni siquiera EH Bildu, el partido tradicionalmente más independentista, quién lo iba a decir hace algunos años, está en ello porque vemos que ha adoptado una posición más institucional e institucionalizada, colaborando con la gobernabilidad de toda España para presentarse como un partido serio, tranquilo y de gobierno frente a lo que fue en el pasado.

Creo que los partidos en Euskadi deben tener muy en cuenta lo que ha pasado en Cataluña. Sin renunciar, por supuesto, a sus reivindicaciones, que son legítimas, hay que pensar cómo influye en la sociedad un movimiento como el procés.

En Euskadi ya hemos vivido demasiadas cosas muy duras en el pasado. En este momento la gente, como dicen las encuestas y como se palpa en la calle, está en otras cosas como reivindicar mejores servicios públicos o más políticas de vivienda para vivir mejor. No es el momento de agarrar banderas independentistas para separarse del resto de España.

Los partidos vascos tienen que tener en cuenta todo esto porque parece que, por fin, van a negociar en serio.