Entre 1970 y 1981 fueron secuestradas quince personas por motivos puramente económicos, de las cuales dos fueron asesinadas -Ángel Berazadi y Javier de Ybarra- y trece liberadas tras el pago del rescate
Durante la vista, el acusado reconoció que ayudó a huir a los dos etarras que cometieron el asesinato, pero consideró que su participación en el atentado fue "no esencial, circunstancial y secundaria"
En el acto, Carlos Iturgaiz ha criticado que el presidente del Gobierno central "de todas las concesiones posibles al mundo proetarra y esté resarciendo a Otegi y a los jefes de ETA a cambio de votos"
El fin de la dispersión obliga a la izquierda abertzale a adoptar una nueva reivindicación, que las víctimas tachan como una "mentalidad vieja" que favorece la "impunidad para quienes asesinaron"